El embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, afirmó este miércoles que su gobierno confía en que las preocupaciones sobre la política energética mexicana tendrán “una buena solución”.
Cuestionado sobre si hubo un acuerdo entre los gobiernos de México, Estados Unidos y Canadá para que las disputas energéticas relacionadas con el T-MEC no fueran un tema en la sesión trilateral de la Cumbre de Líderes de América del Norte (CLAN), en la que participaron los presidentes Andrés Manuel López Obrador y Joe Biden, así como el primer ministro canadiense Justin Trudeau, Salazar dijo que las inquietudes de su país y de Canadá “están ahí” y “se siguen trabajando” en el proceso de consultas.
En una conferencia de prensa en la que evitó responder preguntas sobre la extradición de Ovidio Guzmán, quien es reclamado por Estados Unidos por distintos crímenes federales, el diplomático dijo que si bien “hemos pasado bastante tiempo” en el proceso de consultas sin que se haya solucionado la disputa energética”, hay un marco legal para resolverla.
“El gobierno de México tiene un equipo trabajando en los problemas que se identificaron. Ese proceso sigue y esperamos que tenga resultados buenos. Por eso se creó el TMEC, donde hay capítulos donde, si hay diferencias, ahí está el camino por donde se tiene que resolver”, dijo Salazar.
El enviado de Washington hizo un balance de la CLAN, y resaltó tres temas: los acuerdos para avanzar en la integración de América del Norte, los hechos para atender los problemas migratorios y los establecidos en materia de seguridad.
Salazar afirmó que para su país los temas energéticos se enmarcan en la necesidad de que Norteamérica se convierta en una región en la que se potencien las energías renovables.
En materia de migración, afirmó que su gobierno está “mirando al sur” como no se había hecho antes y afirmó que el gobierno de Biden ha hecho “todo lo que hemos podido” para atender los crecientes flujos migratorios, pero consideró que “es momento de que el Congreso de Estados Unidos “haga su deber” y legisle en la materia.
Sobre seguridad, destacó que para el gobierno de Biden y sus agencias es prioritario el combate al tráfico de fentanilo, que ha causado una crisis sanitaria en el país vecino.
Cuestionado sobre si el gobierno mexicano se toma con seriedad este tema, Salazar contestó que la administración de López Obrador “está de acuerdo en cooperar con nosotros encontrando soluciones para detener el tráfico de fentanilo”.
Agregó que para el presidente Biden también es una prioridad detener el tráfico de armas hacia México. “Queremos tener impacto, porque nosotros conocemos la violencia de estas armas militares en los Estados Unidos y también se reconoce el impacto que causan en México”.