Ciudad de México. Los líderes de América del Norte degustaron un variado menú compuesto de productos mexicanos con un toque de alta cocina. Aunque, en atención a los invitados, el plato fuerte procuró no contener algo picante o con demasiadas especias.
GALERÍA: AMLO recibe a Biden y Trudeau en la Cumbre de Líderes de América del Norte
La cena en Palacio Nacional que como parte de la décima Cumbre de Líderes de América del Norte ofrecieron el presidente Andrés Manuel López Obrador y su esposa Beatriz Gutiérrez; al mandatario de Estados Unidos, Joe Biden, y al primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, y a sus compañeras Jill Biden y Sophie Grégoire, se dio en cuatro tiempos.
Como entrada se sirvió una “tortilla inflada” a base de maíz criollo, acompañada con aguacate, maíz cocido y queso fresco.
En primer tiempo se sirvió sopa de milpa –de origen campesino— preparada con granos de maíz, champiñones, flor de calabaza y un toque de epazote.
El plato fuerte se presentó en dos opciones a elegir y “nada picante o con demasiadas especias”. Una fue filete de pescado con salsa de flor de calabaza, arroz con chipilín y verduras al vapor; la otra fue un bistec de res con salsa de alcachofas crema de yuca y calabaza criolla.
El postre también se sirvió en dos opciones, por supuesto libres de gluten: tamal relleno de chocolate o
merengue con crema de guayaba criolla.
Para acompañar hubo pan brioche o de maíz, así como mantequilla; mientras las bebidas fueron agua mineral o natural, agua de matlalín (hierva azul en náhuatl, originaria del estado natal de López Obrador, Tabasco) o de mandarina con un toque de menta, vino tinto y blanco mexicano, café Pluma producido en Hidalgo y una variedad de tés e infusiones.