Esta mañana, el presidente Andrés Manuel López Obrador se reunirá en Palacio Nacional con el canciller Marcelo Ebrard Casaubón para definir la agenda de trabajo de las reuniones que sostendrá con sus pares de Estados Unidos, Joe Biden, y de Canadá, Justin Trudeau, durante la Cumbre de Líderes de América del Norte que se realizará la próxima semana en la Ciudad de México.
“Hoy tengo una reunión, al rato, con Marcelo Ebrard, vamos a desayunar para ver cómo está el programa el encuentro bilateral (uno Biden y otro con Trudeau) y la trilateral o la Cumbre de los tres países. Hoy vamos a ver el programa, por eso les decía que mañana (jueves) platicamos sobre esto”, señaló el mandatario en su conferencia matutina de este miércoles.
Apuntó que ayer recibió al embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, para hablar básicamente de la visita del jefe de la Casa Blanca a nuestro país con motivo de la reunión de los líderes de las tres naciones de Norteamérica.
Interrogado sobre si el presidente Biden ya le respondió la carta que le envió el lunes en la que le planteó algunos de los puntos de interés para México a tratarse en las reuniones, López Obrador precisó que el objetivo del escrito no es que el mandatario estadunidense conteste antes del encuentro.
“Es para que conozca qué es lo que nosotros pensamos podría tratarse en la reunión bilateral, desde luego él tiene sus temas, su agenda. Es algo, vamos a decir, no ortodoxo, porque por lo general se llevan a cabo las pláticas, puede haber una agenda, y luego se hace el comunicado”.
Sin embargo, para el presidente mexicano este tipo de prácticas también deben de cambiar. “Se llevan a cabo las pláticas y los comunicados los hacen los asesores, los diplomáticos, y ya como se les tiene confianza, los presidentes lo firman o autorizan, pero no está la esencia de lo que se trató (cara a cara); y aunque la forma también es fondo, pues un encuentro como éste es para que sigamos avanzando en la integración económica, en la cooperación con otros países del continente americano”.
El tabasqueño apuntó que justo esa integración es un punto en el que el propio presidente estadunidense ha insistido. “Ha estado planteando que logremos la unidad. Siempre habla de ‘pie de igualdad’, respetando las soberanías de los países, y con mucho interés para fortalecer las relaciones con México, mucho, mucho, mucho, interés. Es que estamos muy hermanados, ya son alrededor de 40 millones de mexicanos que viven y que trabajan en Estados Unidos, y ahora en los últimos tiempos están llegando a México a vivir y a trabajar estadunidenses, que son también bienvenidos, porque México es muy atractivo, mucho muy atractivo”.
López Obrador aseguró que México es bien visto en el mundo, particularmente en América Latina, sobre todo por su política exterior y en particular por el derecho de asilo.
“Me decía Beatriz (Gutiérrez, su esposa), que en Brasil (donde en su representación acudió a la toma de posesión del presidente Luiz Inácio Lula da Silva) hay un respeto, un cariño por los mexicanos pero notorio. Fíjense lo importante que ha sido la política exterior de México, sobre todo con lo relacionado de garantizar el derecho de asilo, donde quiera que se va en América del Sur, donde se padecieron dictaduras y golpes de Estado y muchos (de los ciudadanos) se vinieron a México, le tienen un amor a nuestro país, igual que a su país. Y es muy común que argentinos tengan hijos mexicanos, chilenos y, en este caso, brasileños del exilio”.
Destacó que esa fue una política de México de tiempo atrás, que generó una gran relación con esas naciones, pero que durante el periodo neoliberal se estancó y se mantuvo inmóvil, “porque México nada más volteaba a ver hacia le norte, y lo decían en el sur; y ahora claro que volteamos a ver a norte, pero también volteamos a ver al sur, a nuestra América, y tememos relaciones con todos los países del mundo”.
