Tulancingo, Hgo. Activistas de la agrupación Niebla y Tiempo AC denunciaron que por descuido de la delegación del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) fueron grafiteados los vestigios de la zona arqueológica de Huapalcalco, municipio de Tulancingo,

Los integrantes de la organización publicaron que el 3 de enero hicieron un recorrido por el lugar y detectaron que algunos de los basamentos prehispánicos —de la que es considera la capital del segundo imperio tolteca, antes de Tula— habían sido dañados con pintura de aerosol por desconocidos.

También descubrieron pinturas en las paredes exteriores de los cerros donde hay cuevas con pinturas rupestres, realizadas por hombres prehistóricos y que son similares a otras localizadas en Namibia, África.

Destacaron que uno de los grafitis incluso está fechado el 20 de noviembre de 2022.

Los activistas atribuyen a que el INAH ha demorado en concretar el proceso de declaratoria como Zona de Monumentos Arqueológicos que inició en junio del año pasado, lo que impide se asignen elementos de seguridad para el resguardo del lugar.

Tal como lo dio a conocer La Jornada en 2015, la zona arqueológica ha sufrido el saqueo de las piedras de las antiquísimas construcciones por los habitantes del poblado quienes, según Rodolfo Palma Rojo exdelegado en Hidalgo del INAH, las utilizaron como material de construcción para edificar sus casas.

En junio de 2022, el gobierno federal publicó en el Diario Oficial de la Federación (DOF) un acuerdo por el cual se inicia de oficio el procedimiento que servirá para declarar a Huapalcalco, primera capital tolteca antes de Tula, como zona de monumentos arqueológicos.

Dicha acción habilitará al Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) para proteger el sitio ubicado en el municipio de Tulancingo y evitar que los lugareños sigan saqueando las piedras del antiguo centro ceremonial para construir sus edificaciones.

En una nota publicada en estas páginas el 30 de marzo de 2015, el entonces delegado del INAH en Hidalgo, Rodolfo Palma Rojo, reveló que vecinos extraían piedras de los antiguos templos y otros vestigios prehispánicos para construir sus casas, pero que el instituto podía hacer muy poco para preservar el lugar, ya que éste no contaba con la declaratoria de zona de monumentos arqueológicos.

En ese contexto, en el primer punto del acuerdo que se publicó en el DOF, se estipula que el área que se pretende proteger está delimitada en un plano realizado por el INAH, que comprende una superficie total de 20 hectáreas, 44 áreas y 83.50 centiáreas.

En el punto dos se especifica que dentro de ese polígono hay construcciones prehispánicas de suma importancia histórica, entre ellas una plaza limitada por tres edificios, al este por la pirámide principal y al norte por un templo secundario.

Asimismo, una plaza rectangular, que al este está limitada por una plataforma perteneciente a un templo, y al norte y sur por plataformas muy bajas. También hay tres delimitadas por montículos y plataformas.

En la zona que quedará protegida hay pequeños complejos de una plataforma que corresponde a unidades habitacionales.

Además, se encuentra una pirámide de tres cuerpos con características teotihuacanas, cuya base mide 12 metros y tiene una altura de ocho metros.

Finalmente, en el acuerdo quedarán establecido el resguardo los gráficos rupestres, que, según cálculos, datan de 13 mil años, muy anterior a la llegada de los antiguos toltecas, y están localizados en los cerros de la Mesa y Huiztle, así como en las paredes de los acantilados.

Con el fin de preservar y conservar el lugar se establece como medida precautoria la prohibición para realizar cualquier construcción o excavación, o acto o actividad en el área señalada en el presente acuerdo o en los predios circundantes a la zona arqueológica que pueda afectar su conservación.

En los puntos transitorios se ordena al INAH publicar el acuerdo en los diarios de mayor circulación a escala local y uno nacional por tres días consecutivos, a fin de que cualquier persona que tuviera un interés jurídico quede plenamente notificado, y que tendrá 15 días hábiles a partir de la última publicación para que manifieste al INAH lo que a su derecho convenga y presenten pruebas y alegatos que estimen pertinentes por escrito.

A raíz del reportaje publicado por La Jornada en 2015, activistas de la agrupación civil Niebla y Tiempo AC realizaron varias acciones para obligar al INAH a buscar la declaratoria.

El nombre de Huapalcalco deriva del náhuatl huapalli o huapalitl, tabla o viga pequeña; calli, casa y la preposición locativa: lugar de la casa de madera.