Monterrey. Ante la falta de unidades del transporte urbano de pasajeros en Monterrey y la zona metropolitana, las empresas y universidades han optado por el servicio privado para transportar a trabajadores y estudiantes.

De acuerdo a datos del Instituto de Movilidad y Accesibilidad del Estado (IMA), actualmente hay 5 mil 139 camiones de transporte de personal registrados, mientras que la Secretaría de Movilidad y Planeación Urbana (SMPU) reporta la existencia de 2 mil 748 camiones urbanos, es decir, 85 por ciento menos.

El Instituto de Movilidad y Accesibilidad, reportó en el 2019, antes de la pandemia, que había 3 mil camiones de transporte privado de personal y actualmente son 5 mil 139, un 71 por ciento más.

En contraste, en el 2019 eran 3 mil 282 camiones urbanos, y hasta el último reporte sólo quedaban los ya mencionados 2 mil 748, que significa una disminución de 15 por ciento.

Los datos que proporcionó el IMA fueron tomados del Programa Integral de Movilidad Urbana Sustentable (PIMUS).

Para el doctor en economía Jorge Omar Moreno Treviño, autor del estudio Movilidad y Transporte en el Área Metropolitana de Monterrey, la pandemia generó un colapso del transporte público, pues desde ante ya se visualizaban muchos problemas en el mismo.

Por tal motivo, dijo, los empleadores se vieron en la necesidad de proporcionar camiones a sus trabajadores.

“Las empresas, necesitando poder reclutar y reintegrar a los trabajadores a sus plantas, hacen esta conversión en donde el transporte de personal privado ha cobrado relevancia.

“Prácticamente, se ha consolidado como uno de los métodos de transporte preferidos por parte de los trabajadores como de empresas que ha reactivado la actividad económica y que ha permitido conectar la oferta y demanda laboral”, señaló el experto en movilidad.

Igualmente, dijo que el cambio no solo provino de las empresas, sino también sector educativo, como las Universidades que implementaron sus medios de transporte, lo cual es una respuesta natural ante la falta de una política pública adecuada.

Moreno Treviño, en su estudio indica que en el fondo la “conversión” tiene beneficios, porque ayuda a disminuir la cantidad de autos que circulan en las calles.

Lo óptimo, señala, es que también se fortalezca el transporte público de pasajeros, porque eso trae menos contaminación, menos estrés para la población y mayor productividad.

“No hay que olvidar que una de las grandes quejas y demandas de la sociedad, antes de la pandemia, era la falta de acceso al transporte público.

“Entonces lo que estamos viviendo ahorita es esa readaptación con la capacidad de consolidar un sistema de transporte en donde tanto lo privado como lo público convivan y en favor de reducir el transporte vehicular privado ”,dijo Moreno Treviño.

Expertos en transporte y movilidad, afirman que la disminución de vehículos de las líneas camioneras se agudizó por las restricciones decretadas ante la pandemia del Covid-19.

Disminuyó tanto la oferta de camiones del transporte público en Nuevo León, en especial durante la pandemia, que muchísimas empresas recurrieron a contratar transporte privado de personal, y es fecha que la situación permanece así.

Actualmente, el número de unidades del transporte privado de personal que circulan en el estado ya supera en 85 por ciento al de las rutas urbanas del transporte público.

Sin embargo, la población sigue padeciendo un servicio deficiente y disminuido de parte de las rutas, porque en lugar de crecer, de la pandemia a la fecha son menos los camiones existentes.

Frente a ello, el gobierno de Samuel García Sepúlveda, hace un esfuerzo por revertir la situación, con proyectos como la compra de mil 200 camiones nuevos, pero han surgido obstáculos luego de que las empresas proveedoras no han cumplido con las entregas.

Empresas como TICSA y LDR Solutions, que aún están pendientes de traer unos mil camiones, argumentan que se han visto afectadas por los retrasos logísticos de embarques que ha sufrido el mundo tras la pandemia de Covid-19.

Durante el gobierno de Jaime Rodríguez Calderón, durante la pandemia, la mayor parte de los camiones prácticamente dejaron de circular y muchos nunca regresaron, pese a que la llamada “industria esencial” nunca paró sus labores.

Todo ello ha redundado en que se dispare en el estado el uso de servicio de transporte de personal privado y a las empresas les ha resultado más funcional proporcionarle transporte a sus empleados, porque así estos no llegan tarde, les dan una prestación adicional y obtienen mejores resultados en su productividad.