Ciudad de México. El gobierno federal se apresta a adquirir los terrenos donde se encuentra asentada la zona arqueológica de Uxmal que, aunque parezca increíble
, son de propiedad privada, anunció el presidente Andrés Manuel López Obrador.
El primer mandatario adelantó que en el área contigua a este sitio se recuperaron 2 mil 400 hectáreas que se van a convertir en un parque natural, que se llamará Nuevo Uxmal
.
Durante su conferencia, se refirió al avance en las obras del Tren Maya, cuya inauguración, confirmó, será en diciembre de 2023, con especial énfasis en las repercusiones que tendrá en el ámbito arqueológico y en el medio ambiente.
En este último punto, adelantó que se pretende ampliar la reserva de la biosfera de Calakmul, pues actualmente cuenta con 900 mil hectáreas, para que comprenda en el futuro un millón 500 mil hectáreas.
Al preguntarle sobre el avance de las obras del Tren Maya , López Obrador destacó: Ya se resolvió todo el derecho de vía. Hay esos amparos, pero son muy pocos, y ya se están arreglando. Estamos haciendo desvíos, porque hay muchos sitios arqueológicos, sobre todo en el tramo de Xpujil a Escárcega
.
Explicó que se encontraron muchos sitios en este periodo, por lo que con el apoyo de arqueólogos se procedió a un rescate cuidadoso
, porque, afirmó, el descubrimiento que se está haciendo de piezas arqueológicas es único en la historia de México
.
Incluso, detalló que muy cerca de la frontera con Guatemala hay un lugar histórico denominado El Mirador y más adelante Tikal, ambas ya en territorio guatemalteco. Reconoció que en su momento solicitó al presidente de Guatemala que la obra pudiera atravesar parte de su territorio para aprovechar estos espacios.
Sin embargo, en respuesta le comentaron que aun cuando el problema limítrofe de México y Guatemala se resolvió desde los tiempos de Porfirio Díaz, hay resabios de esas diferencias, por lo que lo convenció de no remover esa historia.
De cualquier forma, subrayó López Obrador, por la ruta que se eligió cercana a Calakmul también hay muchos espacios de este tipo que se conocerán cuando se inaugure el Tren Maya.
Se opta por la conciliación
En torno a Uxmal agregó que el propietario del predio se acercó al director del Instituto Nacional de Antropología e Historia, Diego Prieto, con el fin de comentarle su intención de vendérselo al gobierno. Mencionó que un caso similar se había registrado en Chichén Itzá, que también era propiedad privada, pero entonces se eligió ir por un juicio, que ganó el propietario, lo cual derivó en que el gobierno federal pagara mucho dinero.
Por eso, dijo, en esta ocasión se optó por la conciliación, lo que permitirá agilizar la entrega de la propiedad y, a partir de un avalúo en la zona, determinar el costo que pagará el gobierno federal.
Detalló que hay una vereda cercana que conectará con el parque Nuevo Uxmal, por lo que se realizarán obras para vincularlos; ambos espacios se encuentran a 20 kilómetros de lo que será la estación Calakmul del Tren Maya.
Andrés Manuel López Obrador reiteró que en julio próximo se entregarán los primeros vagones del Tren Maya, que se construyen en Hidalgo, y que en esa fecha se iniciarán los recorridos de prueba entre Mérida y Cancún, que podría ampliarse hasta Tulum e incluso Chetumal.
Reyes Martínez Torrijos
La propiedad de predios donde se hallan zonas arqueológicas en México ha sido un tema complicado desde hace décadas. Una de las más mayores muestras de la dificultad de regularizar la posesión de tierras fue Chichén Itzá, donde el desacuerdo se prolongó desde inicios de este siglo hasta su compra, en 2012.
Los terrenos donde se asientan las zonas arqueológicas de Uxmal y Chichén Itzá, en Yucatán, pertenecían a la familia Barbachano.
En 2007, se alertaba que Chichén Itzá era una bomba de tiempo
por el ambulantaje, confrontaciones entre diversos actores en pugna y la posesión de los predios. Además, había 12 zonas arqueológicas del país catalogadas como focos rojos por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH): Teotihuacan, Monte Albán, El Tajín, Zempoala, Uxmal, Palenque, Tulum, Xochicalco, Tula, Cobá, Comalcalco y Edzná.
Marbella Casanova Calam, ex funcionaria del instituto, explicaba entonces que ahí existían pugnas por su regularización y la presión constante de los desarrolladores turísticos por obtener beneficios económicos.
A estos sitios se sumó en 2014 Cholula, Puebla, alrededor de la cual se dieron expresiones de descontento por la expropiación de terrenos. En la actualidad se dirime la propiedad de los predios en los que se asienta Ichkabal, Quintana Roo, sitio maya que se anunció será abierto al público.
Los terrenos donde se ubica la zona arqueológica de Chichén Itzá fueron adquiridos por el INAH el 17 de octubre de 2012 (a dos meses de concluir la gestión de Felipe Calderón); sin embargo, desde 2003, al menos, existían visos de su posible compra.
Ese año, el entonces gobernador de Yucatán, Patricio Patrón Laviada, se entrevistó con el empresario Fernando Barbachano Gómez-Rul, dueño de 60 hectáreas correspondientes a Chichén Itzá. La Jornada documentó que el poseedor propuso vender simbólicamente las tierras en un peso
, pues no quería entrar en un juicio de expropiación ni regalar
los terrenos.
Sin embargo, ante la falta de acuerdo, Barbachano –fallecido en diciembre de 2006– instruyó a sus representantes legales a interponer un juicio para reclamar el pago de las entradas que recaudó el Patronato Cultur (instancia del gobierno estatal) en el acceso trasero de la zona arqueológica, donde se ubica el hotel Mayaland, propiedad también de la familia Barbachano.
Un año después de que se concretó la compra de los terrenos hubo sospechas de corrupción porque Alfonso de Maria y Campos, como director del INAH, no informó a la opinión pública, como reportó La Jornada el 15 de julio de 2013.
El INAH pagó casi 232 millones de pesos a Carmen Barbachano Gómez Rul por la compra de 99 hectáreas, un fragmento de sus vastas tierras ubicadas dentro de la poligonal de la zona de monumentos arqueológicos. De esta importante transacción, el funcionario no dejó registro en su Informe de Rendición de Cuentas de la Administración Pública Federal 2006-2012, mucho menos lo difundió a la prensa
, consignó el diario.
La suma pagada a particulares por una parte de los terrenos donde se erigió la ciudad prehispánica de Chichén Itzá superó los 450 millones de pesos. Fue la mayor cantidad de inversión en una zona arqueológica en más de una década.
La cifra suena desorbitante dado que se vislumbró expropiar al menos el área que ahora pertenece al gobierno yucateco. En ese caso se habrían pagado sólo unos 8 y pico millones de pesos
, reconoció el ex director del INAH, quien afirmó que Vicente Fox hizo el ofrecimiento por escrito a la familia Barbachano, pero ésta nunca le contestó.
Según el ex legislador Alfonso Suárez del Real, esto confirmó que De Maria y Campos nunca pugnó por la expropiación, lo cual le parecía a él y a otros funcionarios del ramo turístico del gobierno de Calderón caro y complejo
. Opinó que el ocultamiento respondió a que no se trató de una operación limpia y transparente
.