Santiago. Las autoridades chilenas siguen el sábado combatiendo los focos activos del incendio declarado el jueves en Viña del Mar que arrasó con zonas habitadas, poblaciones y asentamientos, y que dejó dos muertos, 67 lesionados y 270 casas afectadas, según el último balance oficial.
“El nivel de daño de estas viviendas se confirmará cuando finalice el levantamiento de las Fichas Básicas de Emergencia”, señaló en su último informe la Oficina Nacional de Emergencias (ONEMI). Según este parte el fuego sigue en la categoría de “en combate” y aún no se declara por extinguido del todo, aunque su voracidad descendió considerablemente desde la madrugada del viernes. El incendio estaría “contenido” pero no aún controlado al existir todavía dos puntos calientes que podrían reactivarse.
Las autoridades también señalaron que hay lugares a los que todavía no se puede acceder de forma segura.
Se mantiene la alerta roja así como la declaración de excepción por catástrofe dictada por el gobierno de Gabriel Boric, para movilizar todos los recursos disponibles para las tareas de combate, recuperación y reconstrucción.
Las autoridades chilenas siguen realizando un catastro de la afectación del fuego, que se desató el jueves en la tarde por causas que aún se investigan y se propagó rápidamente en asentamientos ilegales con casas de construcción ligera y en distintos puntos de los cerros y las quebradas de la ciudad y que amenazó con afectar a la parte baja de la misma, llegando muy cerca de la Quinta Vergara, el espacio donde se celebra tradicionalmente el Festival de Viña del Mar.
Muchas familias pasaron la última noche a la intemperie, junto a los restos de sus hogares y pertenencias que pudieron recuperar, mientras que otras han perdido absolutamente todo lo que se encontraba dentro de su hogar y, también, existen casos de casas intactas que permanecieron milagrosamente en pie frente a un mar de destrucción a su alrededor.
La solidaridad chilena también se ha desatado en las últimas jornadas, con muchas personas enviando pañales, alimentación, agua y distintos enseres para los afectados que perdieron todo lo que tenían apenas un día y medio antes de Navidad.