Ciudad de México. Las víctimas de la matanza de Acteal y sus familiares aún claman memoria y justicia, a 25 años de los hechos en la región de Los Altos de Chiapas, manifestó la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH).
En un video difundido en redes sociales para recordar esta masacre, que dejó un saldo de 45 muertos, incluidas 18 mujeres, cuatro de ellas embarazadas, así como 16 niñas y cuatro niños, expuso que "fue un acto atroz perpetrado por el Estado", consecuencia "de la política oficial para castigar y desarticular a los indígenas de San Pedro Chenalhó que adoptaron el camino de la resistencia y el autogobierno".
Fue parte "de una guerra no declarada, pero organizada por el Consejo de Seguridad Pública Estatal, en el que participaban dependencias federales y estatales bajo una lógica militar. Ahí se decidían programas e inversiones de las zonas indígenas", enfatizó.
El 22 de diciembre de 1997, rememoró la CNDH, un grupo de aproximadamente 60 paramilitares vestidos de negro dispararon con armas reservadas para uso exclusivo del Ejército a integrantes de la organización de la sociedad civil pacifista Las Abejas, conformada por indígenas tsotsiles, quienes se encontraban haciendo oración dentro de una ermita en el poblado de Acteal.
El ataque dejó también 26 lesionados graves y 12 de las víctimas murieron por golpes o heridas punzocortantes, y quienes fallecieron por disparos "recibieron balas expansivas por la espalda".
La CNDH indicó que, "aunque había una distancia muy corta del Ejército y de la seguridad pública local al lugar, las autoridades decidieron no intervenir".
Además, apuntó, "existen diversos testimonios que señalan esta omisión como parte de las políticas de Estado que generaron los gobiernos mexicanos contra el EZLN".