Ciudad de México. Tras casi 12 horas de discusión, el Congreso de la Ciudad de México aprobó el paquete presupuestal para la capital, que contempla un gasto total de 248 mil 415 millones 83 mil 383 pesos para el ejercicio fiscal 2023.
La discusión que inició pasadas las 20 horas de ayer concluyó minutos antes de las 8 de la mañana de este jueves, cuando los diputados agotaron las más de 100 reservas que fueron presentadas por la oposición, ninguna de estas fue aprobada. Con ello quedaron firmes los dictámenes de Código Fiscal, la ley de ingresos y el decreto de presupuesto de egresos para el próximo año.
Con excepción a la aprobación de 150 millones de pesos adicionales para el Congreso capitalino, y la condonación total del predial y agua para inmuebles afectados por la ampliación de la Línea 12 del Metro, los tres dictámenes fueron aprobados sin cambios, tal cual fueron enviados por el Gobierno de la Ciudad de México.
El dictamen de Código Fiscal incluye diversas condonaciones para personas de la tercera edad, de escasos recursos y población en general. Mientras que la ley de ingresos propone una actualización de impuestos de 4.7 por ciento, que es menor a la inflación.
En tanto la ley de egresos establece que las alcaldías gozarán de aumentos diferenciados que oscilan entre el 4.8 y 12 por ciento; las demarcaciones más beneficiadas son Milpa Alta, Tlalpan, Tláhuac, Azcapotzalco, Magdalena Contreras, Iztacalco, Xochimilco y Cuajimalpa. En total, los órganos administrativos ejercerán un total de 45 mil 658 millones 588 mil 324 pesos.
La oposición criticó los recortes a los órganos autónomos, que en su conjunto ejercerán más de 12 mil millones de pesos. Pese a que los morenistas argumentaron que su presupuesto aumenta más del 4 por ciento, en términos reales el recurso es menor, ya que ni siquiera cubre la inflación que es de 7.8 por ciento, acusaron los panistas.
La discusión estuvo plagada de tácticas legales de parte de Morena para evitar que la oposición alargara más la aprobación. Para no repetir lo ocurrido en mayo pasado, cuando Acción Nacional orilló a la secretaria de la mesa directiva leer un documento de más de 400 páginas que tardó más de seis horas en concluir, los morenistas se adelantaron y presentaron mociones suspensivas antes que la bancada blanquiazul.
Por estrategia las mociones fueron rechazadas por Morena, con lo que AN ya no pudo presentar mociones a los dictámenes ni obligar a la mesa directiva a que las leyera.
No obstante, la oposición presentó diversas reservas al dictamen que fueron presentadas una por una ante el pleno. Ello, aunado a la realización de votaciones nominales, fue lo que alargó la discusión por varias horas.