Ciudad de México. Luego de que un grupo de profesores de la Universidad del Claustro de Sor Juana (UCSJ) le pidiera información a dicha casa de estudios sobre la forma en que se está atendiendo un caso de presunta agresión sexual entre alumnos, la institución despidió a dos profesoras y podría no recontratar al menos a seis más, lo cual deja ver que la dirección recurre a medidas autoritarias
en vez de gestionar adecuadamente los conflictos en dicha escuela.
Así lo advirtieron docentes de la UCSJ, quienes señalaron que, además de lo anterior, en esa institución los maestros son contratados con un esquema de fraude a la ley
, en el que se firman contratos como si hubiera una simple prestación de servicios entre particulares, para no darles seguridad social y otras prestaciones básicas, además de facilitar su despido.
En entrevista con La Jornada, una persona representante del colectivo Profesorxs Construyendo Paz –quien pidió reservar su nombre– explicó que hace unas semanas habría ocurrido un presunto caso de violencia sexual que involucra a dos alumnos de la licenciatura en derechos humanos y gestión de paz.
El conflicto fue escalando y fue manejado torpemente por la institución. Integrantes del profesorado comenzamos a involucrarnos como escuchas y manifestamos interés en gestionar el tema del acoso y las violencias como comunidad, pero recibimos la respuesta de que eso no nos competía como maestros
, explicó.
Poco tiempo después, le notificaron a dos profesoras de la universidad que se habían pronunciado sobre el tema que habían sido cesadas, en lo que ellas y otros docentes consideran como un despido injustificado, fulminante y arbitrario
, pues nunca han recibido una explicación sobre las causas.
A raíz de lo anterior, un grupo de 15 profesores suscribió un pronunciamiento en apoyo a las maestras despedidas y para demandar que se aclarara el tema. En lo que los docentes interpretan como una probable represalia, seis de los firmantes del documento no han sido notificados por la UCSJ si en el próximo ciclo escolar se les asignará algún grupo, cuando normalmente en estas fechas eran informados al respecto.
Es un silencio que interpretamos de forma violenta y que nos comunica que no hay intención de diálogo, de dar respuesta a las preguntas que hemos hecho. A escala discursiva, percibimos que están buscando culpabilizar a los profesores y al alumnado para lavarse las manos
, estimó la persona consultada.
Este conflicto, abundó, ocurre en un contexto de precariedad laboral y jurídica
, donde los maestros son contratados bajo un esquema en el que se simula que únicamente se trata de una prestación de servicios entre particulares, en vez de la relación laboral subordinada que verdaderamente es, para así evitar darles seguridad social y otras prestaciones básicas.
Esta es la condición en que estamos. La universidad sabe que nosotros preferimos dar clases para tener un ingreso y que, si no está uno de acuerdo, simple y llanamente no nos contratan
, lamentó.
Este diario le pidió a la UCSJ su posicionamiento sobre el tema, pero hasta el momento no ha tenido respuesta.