Cabo Cañaveral. La cápsula Orión de la NASA tuvo ayer un regreso vertiginosamente rápido desde la Luna, lanzándose en paracaídas al Pacífico frente a México para concluir un vuelo de prueba que debería despejar el camino para los astronautas en el próximo sobrevuelo lunar.
La cápsula entrante golpeó la atmósfera a Mach 32, o 32 veces la velocidad del sonido, y soportó temperaturas de reingreso de 2 mil 760 grados Celsius antes de caer al oeste de Baja California, cerca de la isla Guadalupe. Una nave de la Armada se movió rápidamente para recuperar la cápsula y a los tres maniquíes de prueba equipados con sensores de vibración y monitores de radiación.
La NASA elogió el descenso y el amerizaje como casi perfectos, mientras llegaban felicitaciones desde Washington.
Estoy abrumado
, afirmó Bill Nelson, administrador de la NASA, desde la Misión de Control en Houston. Es un día extraordinario... Es histórico porque regresamos al espacio profundo, con una nueva generación
.
La agencia espacial necesitaba un amerizaje exitoso para seguir con el próximo vuelo de Orión alrededor de la Luna, previsto para 2024 con cuatro astronautas que se darán a conocer a principios 2023. A eso le seguiría un alunizaje de dos personas ya en 2025 y, en última instancia, una base lunar sostenible. El plan a largo plazo sería lanzar una expedición a Marte a fines de la década de 2030.
Los astronautas alunizaron por última vez hace 50 años. El 11 de diciembre de 1972, Eugene Cernan y Harrison Schmitt del Apolo 17 pasaron tres días explorando el valle de Taurus-Littrow, la estadía más larga de la era Apolo. Fueron los últimos de los 12 caminantes lunares.
Orión es la primera cápsula en visitar la Luna desde entonces, y se lanzó en el nuevo megacohete de la NASA el 16 de noviembre. Fue el primer vuelo del nuevo programa Artemisa, llamado así por la hermana gemela mitológica de Apolo.
Si bien nadie participó en el vuelo de prueba de 4 mil millones de dólares, los gerentes de la NASA estaban encantados de realizar el ensayo general, en especial después de tantos años de retrasos en los vuelos y presupuestos reventados. Las fugas de combustible y los huracanes conspiraron para aplazamientos adicionales a fines del verano y el otoño.
Para recordar a Apolo, la NASA realizó ayer una fiesta de amerizaje en el Centro Espacial Johnson de Houston, con empleados y sus familias reunidos para ver la transmisión del regreso a casa de Orión. Al lado, el centro de visitantes organizó una para el público.
Recuperar a Orión intacto después del vuelo de 25 días era el principal objetivo. Con una velocidad de retorno de 40 mil kph, considerablemente más rápida que desde la órbita terrestre baja, la cápsula usó un nuevo y avanzado escudo térmico nunca probado en vuelos espaciales. Para reducir las cargas de gravedad o G, se sumergía en la atmósfera y saltaba brevemente, lo que también ayudaba a identificar el área de amerizaje.
Espectacular, afirman
Todo eso se desarrolló de manera espectacular, señalaron los funcionarios, lo que permitió el regreso seguro de Orión.
No creo que ninguno de nosotros hubiera podido imaginar una misión tan exitosa
, destacó Mike Sarafin, gerente de la misión.
Se realizarán más inspecciones una vez que Orion regrese a la base Kennedy a finales de mes. Si los controles de la cápsula no encuentran nada malo, la NASA anunciará la primera tripulación hacia la Luna. Será seleccionada de entre los 42 astronautas estadunidenses activos en el Centro Espacial Johnson.
La gente está ansiosa, lo sabemos
, señaló a los periodistas Vanessa Wyche, directora del centro Johnson. Nelson agregó: “El pueblo estadunidense, al igual que (con) los siete astronautas originales en los días de Mercury, querrá saber acerca de estos astronautas”.
La cápsula cayó a más de 482 kilómetros al sur de la zona objetivo original. Los pronósticos de mar agitado y fuertes vientos en la costa sur de California llevaron a la NASA a cambiar la ubicación.
Orión registró 2.25 millones de kilómetros mientras se acercaba a la Luna y luego entró en un amplia órbita en picada durante casi una semana antes de regresar a casa.
Llegó a 130 kilómetros de la luna dos veces. En su punto más lejano, la cápsula estaba a más de 430 mil kilómetros de la Tierra.
Orión transmitió impresionantes fotos no sólo de la Luna gris y picada, sino también del planeta de origen. Como disparo de despedida, la cápsula reveló una Tierra creciente, Earthrise, que dejó al equipo de la misión sin palabras.