Guadalajara, Jal. Personal de la Dirección General de Delitos Patrimoniales y Financieros de la Fiscalía de Jalisco ejecutó una orden de cateo en las instalaciones de la extinta Notaría 64 ubicada en la avenida La Paz de la colonia Arcos Vallarta, en Guadalajara -suspendida desde 2014-, logrando asegurar documentos exclusivos de la función notarial y papel testimonio membretado.
El material impreso no sólo pertenecía a esa notaría, sino también a la 100 y 126 de Guadalajara, cuyos notarios tampoco están en funciones, así como a la 140 de Guadalajara, que debería operar en otro domicilio.
Además, fueron localizados hologramas emitidos por el Colegio de Notarios de Jalisco y dos sellos de autorización de escrituras del Notario 64, que presuntamente eran usados para confeccionar escrituras públicas apócrifas.
En diciembre de 2014 la Secretaría General de Gobierno decidió suspender las funciones del ejercicio notarial a Sergio Alejandro López Rivera, a quien acreditó haber incurrido en falta de probidad al expedir un testimonio y duplicado de un poder especial que no representa una transcripción fiel y literal al que obra en el protocolo notarial.
Desde entonces y según la instrucción de la Secretaría General de Gobierno se implementó “el procedimiento y resguardo de los libros que integran el protocolo del notario y el sello de autorizar, los cuales están ya en resguardo del Archivo de Instrumentos Públicos”.
Durante al menos ocho años el inmueble se encontraba inhabilitado luego que se retiró la autorización para que su ex titular ejerciera como notario, pero una denuncia presentada ante la Fiscalía del Estado por la presunta realización de manera irregular de documentos y actos jurídicos pertenecientes a la Notaría 140 de Guadalajara, culminó en la orden de cateo y en los resultados antes descritos.