Madrid. El escritor e intelectual estadunidense Noam Chomsky aseguró que la “invasión rusa de Ucrania es un crimen de guerra”, que comparó en términos históricos y de su gravedad con la invasión de Estados Unidos en Irak, perpetrada por Estados Unidos en el año 2003, y con la ocupación por parte de la Alemania nazi de Adolf Hitler de Polonia, que transcurrió desde 1939 hasta 1945, cuando finalizó la Segunda Guerra Mundial. El prestigioso pensador dio un breve discurso a través de videoconferancia para clausurar el Festival de Cine y Derechos Humanos de Barcelona, en el que también se refirió a la necesidad de darle visibilidad a la persecusión que sufre el periodista Julian Assange.
Chomsky, nacido en Filadelfia en 1928, sigue siendo un referente indispensable para entender los entresijos del mundo y la deriva de la situación de los derechos humanos. De ahí que desde el festival de cine barcelonés se le haya invitado a clausuar las jornadas, que duraron diez días, con una breve intervención a través de videoconferencia.
A pesar de que hubo algunos problemas técnicos para enlazar la ceremonia de clausura con la oficina del intelectual estadunidense, finalmente se lograron escuchar las reflexiones de Chomsky en el foro, que respondieron a su vez a tres preguntas o temas planteados por la organización: la guerra en Ucrania, la situación del periodista Assange y una reflexión general sobre el estado del mundo, haciendo especial incidencia en la destrucción del medio ambiente.
Sobre el conflicto en Ucrania, Chomsky recordó que ha leído y escrito mucho sobre el tema y que sus numerosos artículos y reflexiones están en la página web (chomsky.info) y en otros portales en los que se reproducen. Después explicó sus conclusiones esenciales sobre lo ocurrido hasta ahora en esta guerra que está condicionando nuestros días: “Lo primero que hay que decir es que la invasión de Ucrania es un crimen de guerra que está a la misma altura que la invasión de Irak por parte de Estados Unidos o la invasión de Polonia por la Alemania de Adolf Hitler en la Segunda Guerra Mundial. Pero también hay que irse a los antecedentes de este conflicto, pues todo esto se remonta a la década de los noventa del siglo pasado, cuando la Unión Soviética colapsó y Mijaíl Gorvachov hizo un llamado para construir un hogar común europeo basado en la integración militar y en los estados del bienestar. Entonces el presidente Bush, padre, pensó mucho sobre esta idea, pero Bill Clinton no, más bien al contrario”.
La llegada de Clinton a la Casa Blanca fue un punto de inflexión. Pues, recordó Chomsky: “Cuando Bush firmó el acuerdo de la OTAN para incluir a Alemania se comprometió a no ir ni una pulgada más al Este y este compromiso no se cumplió, primero por parte de la administración Clinton, cuando se empezaron a incluir países satélites alrededor de Rusia en acuerdos con la OTAN. De hecho los servicios secretos y diplomáticos de Estados Unidos eran concientes de que era muy peligroso incorporar a estos países. Y ahora Ucrania, aunque no es oficialmente socio de la OTAN, sí es un socio de facto”.
En cuanto a la salida de la conflicto y evitar así una probable guerra nuclear a nivel mundial, Chomsky insistió en que la única vía es la de buscar “acuerdos democráticos”: “Hay que recordar que el presidente francés Emmanuel Macron ofreció alguna salida al presidente Putin para evitar la guerra, pero desgraciadamente fracasó. En cualquier caso actualmente es imperativo y urgente apelar para que se alcance un acuerdo diplomático y de paz. No sé si es posible, pero hay que intentarlo. Y evitar que ocurra de nuevo lo que pasó en abril, cuando se iniciaron las negociaciones y entre el Reino Unido y Estados Unidos las hicieron fracasar con su postura en contra del acuerdo. Pero la única vía es buscar acuerdos democráticos para evitar la amenaza de una guerra nuclear. La amenaza constante de una nueva guerra nuclear es real, por eso el activismo es más necesario que nunca. Si no trabajamos todos juntos no evitaremos la destrucción de la humanidad”.
Chomsky también se refirió a la situación de Julian Assange, detenido en una cárcel británica a la espera de que se resuelva su proceso de extradición a Estados Unidos y después de haber pasado desde el 2012 al 2019 en condición de asilado político en la embajada de Ecuador en Londres. Al respecto, Chomsky señaló que “no hay mucha conciencia sobre lo que está ocurriendo, por eso es más necesario que nunca el trabajo de activismo para lograr cambios y visibilizar más este caso, si no las cosas no van a cambiar”.
Finalmente, Chomsky habló sobre el estado actual del mundo ante el desafío que supone el calentamiento del planeta. “Tenemos problemas enormes, como nunca antes, por eso nos preguntamos si sobreviviremos a toda esta situación. Lo más importante es frenar la destrucción del medio ambiente, para no sobrepasar el punto en el que nos pondríamos en una situación de no retorno”, para lo que volvió a apelar al “activismo” para “dar a conocer la naturaleza de las amenazas climáticas y, a los grandes poderes, a trabajar conjuntamente para encontrar una solución”. fin de la nota
Durante la ceremonia de clausura del festival de cine también se entregaron los premios Derechos Humanos de Barcelona al escritor ucraniano Andréi Kurkov (Premio Letras y Derechos Humanos); la política afgana Malalai Joya (Voz y Derechos Humanos); el abogado y periodista colombiano Daniel Mendoza Leal (Mirada y Derechos Humanos); el periodista y ex director de FundiPau, Jordi Armadans (Arcadi Oliveres); la abogada y miembro de Coordinadora de Barrios Patricia Fernández Vicens (Derechos Humanos) y la Fundació Pare Manel (Honorífico).