Montreal. Un pacto para salvar la naturaleza como el que se negocia en la cumbre COP15 de biodiversidad fracasará si los países no acuerdan verdaderos mecanismos para aplicar y vigilar sus compromisos, denunciaron ambientalistas el sábado.
Mencionan que la ausencia de dichos mecanismos fue crucial en el fracaso del anterior acuerdo firmado en 2010 en Aichi, Japón, y cuyo objetivo de salvaguardar los ecosistemas no se completó.
"Un texto sólido, que comprometa a los países a evaluar el progreso en relación con los objetivos globales, y extender la acción en el tiempo, es esencial para que los gobiernos se responsabilicen", opinó Guido Broekhoven, alto funcionario de WWF International, quién se mostró "muy preocupado" por el avance de las negociaciones en la cumbre hasta este punto.
Pero el texto actual sobre biodiversidad apenas "insta" a los países a esperar una evaluación global para dentro de cuatro años, y no menciona compromisos ante un posible esfuerzo nacional si el objetivo extravía su trayectoria.
"Entonces, lo que tenemos sobre la mesa es apenas es un estímulo para tal vez hacerlo mejor", advierte Aleksandar Rankovic, asesor de la ONG Avaaz.
Desde el martes, la COP15 reúne en Montreal a cerca de 5 mil delegados de 193 países para tratar de acordar antes del 19 de diciembre "un pacto de paz con la naturaleza", que incluya veinte objetivos para frenar la destrucción del medioambiente hasta finales de esta década.
"Si los objetivos de biodiversidad son la brújula, la implementación es la verdadera nave para conducirnos allí", dijo Li Shuo, asesor de Greenpeace.
Sin embargo, añade, "las negociaciones carecen de elementos esenciales que garanticen a los países intensificar sus acciones en el tiempo: es como tener una bicicleta sin cambios".
No obstante, Juliette Landry, investigadora del IDDRI dice que "ha habido algunos avances", como que por primera vez los países tengan formatos comunes de planificación y reporte, que permitirán evaluarlos y compararlos.
Se esperaba que este sábado fuera el último día de trabajo de los delegados sobre este capítulo esencial, previo al arribo de los ministros de medioambiente el 15 de diciembre. Bajo presión, al final se aprobó la propuesta de una reunión adicional la próxima semana.