Ciudad de México. Para impulsar la economía del país, en 2023 el Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajador (Infonavit) dispersará créditos hipotecarios por 200 mil millones de pesos, una derrama económica equivalente a un punto porcentual del producto interno bruto (PIB), señaló su director Carlos Martínez Velázquez.
Durante la 126 Asamblea General Ordinaria del Instituto, explicó que ello se traducirá a más circulante en los comercios, más empleos con seguridad social, construcción de viviendas de calidad y familias con un patrimonio estable y seguro.
El director del organismo precisó que para lograr este objetivo, ante la inflación y los altos costos de la producción de vivienda, se mantendrá las tasas de interés de los financiamientos en 2 por ciento, y se otorgará un rendimiento a la Subcuenta de Vivienda superior al del Sistema de Ahorro para el Retiro.
También, abundó, se seguirán convirtiendo créditos en veces salario mínimo a pesos, y para el próximo año, la actualización los saldos de éstos será en menor medida que la inflación. Datos del instituto indican que a la fecha se han reconvertido 430 mil financiamientos y se han condonado 64 mil millones de pesos sumados en saldos de los acreditados.
Aseguró que la solvencia financiera del Infonavit está garantizada para los próximos 30 años. Incluso, subrayó, el fondo de inversión (Fanvit) constituido con reservas propias se triplicó, al pasar de 146.7 mil millones de pesos en 2018 a 488 mil millones de pesos en 2022.
Ante la representación de los sectores de los trabajadores y empresarial y en la que estuvo presente el director del IMSS, Zoé Robledo, Martínez Velázquez resaltó que a cuatro años de su administración el Instituto ha otorgado 1.8 millones de créditos y ha apoyado a 3.4 millones con sus deudas, en línea con la instrucción del presidente Andrés Manuel López Obrador de terminar con las deudas impagables y permitir a las personas ponerse al corriente y diseñar programas de corte social para reincorporar la vivienda regenerada.
En ese tiempo al frente del Infonavit, el funcionario destacó la eliminación de programas que favorecían el coyotaje, así como la detención de los juicios masivos para embargar vivienda que se dejó de pagar.
Adicionalmente, señaló que se iniciará un esquema de crédito para mejoras de vivienda en el que se privilegiará a las personas con mayor necesidad en los estados con mayor rezago habitacional. De igual forma se atenderá a trabajadores no activos de forma masiva y con restricciones mínimas, principalmente en el sur del país.
También iniciarán programas para jubilados y pensionados que tienen dificultades con su crédito, y se renovarán los programas actuales para recomponer los créditos mal originados en el pasado, indicó el funcionario.
Durante su intervención, Román Meyer Falcón, secretario de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), destacó “el gran salto” en materia de vivienda que ha dado la presente administración e indicó que con alrededor de 3 millones de acciones, entre préstamos, subsidios, restructuraciones, para abatir el rezago y abandono de hogares.
Detalló que al inicio de la administración se enfrentaron con un rezago habitacional de 9.5 millones de viviendas, y hoy en día existen 600 mil viviendas abandonadas en el país, principalmente en el norte del país.
Respecto a la falta de políticas de planeación de vivienda a nivel local, el Infonavit impulsará el financiamiento de planes urbanos con ONU-Hábitat y la asesoría con SEDATU, como en Oaxaca y Baja California, mencionó Martínez Velázquez.
En su oportunidad, el representante del sector empresarial José Tejada Shaar, llamó a lograr una interlocución que permita que más de un millón de créditos en cartera vencida dejen de estar en “incertidumbre jurídica y permitan a los acreditados concretar el esfuerzo de muchos años”.
“En términos financieros y fríos representa más de 500 mil millones de pesos, pero en términos de gobernabilidad representa un riesgo de descontento social”, comentó.
Refirió que una tercera parte de los hogares mexicanos vive en una casa financiada por el Instituto, es decir cerca de 40 millones de personas.
En representación del sector obrero, Patricio Flores Sandoval, resaltó que el Instituto debe ser la hipotecaria de los trabajadores que menos perciben, mediante el trabajo concertado entre los tres sectores.
“En el Sector de los Trabajadores, consideramos que ¡No podemos! ¡No debemos! seguir conformándonos con un Infonavit que es orillado a ser la hipotecaria de los trabajadores que perciban cada vez más altos salarios, para entonces, alcanzar a calificar para un crédito también cada vez más alto, que posibilite adquirir viviendas cada vez más caras”.
Ese no es el Infonavit, indicó, “perfilado en la Constitución, ni es el Infonavit que demandan permanente y crecientemente los trabajadores a sus organizaciones sindicales mexicanas”.