Ciudad de México. A partir de las preguntas ¿Qué pasa después de un cataclismo? y ¿Cómo se vive la reconstrucción? Rodrigo González creó la propuesta coreográfica Tsunami, como una metáfora de la devastación que afecta la vida de los seres humanos.
La obra, que se estrenará el 9 de diciembre en el Teatro Raúl Flores Canelo del Centro Nacional de las Artes, hace referencia a la forma de cohabitar en el mundo y las diversas formas de renovación que experimentan las personas ante situaciones adversas.
En entrevista el coreógrafo y codirector de La Infinita Compañía, Rodrigo González expresa que son los momentos de catarsis lo que impulsan a las personas a superarse y se vuelven resilientes. “Tsunami es una metáfora de todas estas situaciones que han venido a reestructurarnos la vida. Se han presentado muchos cambios mundiales y por eso realizo esta comparación con el desastre natural que arrasa todo, pero después de esa imagen aterradora del mar hay un panorama totalmente distinto, similar a lo que ocurre después de un cataclismo como un terremoto, un tsunami o cualquier tragedia natural, y como lo fue también la pandemia de covid-19”.
El coreógrafo considera que las tragedias o desastres naturales llevan al ser humano a una reestructuración, pero a él le interesa explorar qué sucede después y cómo nos vamos a reconstruir como supervivientes.
“Tsunami es una palabra de origen japonés y tengo presente a los nipones porque han vivido situaciones terribles y hemos visto que la vida continua gracias a las personas que se encuentran en mejor condición”.
“Todo esto me llevó a pensar en los que sobrevivimos a la pandemia de covid-19, que fue una crisis muy dura. Un poco la metáfora que hago es en torno al miedo que existe en todos lados, se percibe en el ambiente y si el miedo a la muerte es un miedo natural, porque sabemos que todos vamos a morir en algún momento y si no estamos en ese lugar nos toca continuar la vida y hay un proceso de reconstrucción”.
Sobre el diseño de la pieza, en la que participan los bailarines Jennifer Rivera, Yaroslav Villafuerte, Edith Pérez, Norma Angélica Flores, Montserrat Payro y Diana Quiroz, González comparte que como parte de la exploración del movimiento se realizó un taller vinculado a la danza butoh, con otras formas de entender el movimiento y otros principios, aunque su propuesta es de danza contemporánea. La finalidad era entender los principios motores de ese baile, pero que no son necesariamente la musculatura o desde la arquitectura corporal que utilizarían las técnicas en el ballet clásico o de contemporáneo.
“También recuperé algunas danzas tradicionales mexicanas que tienen un sentido ritualístico y que su principio no tiene que ver propiamente con la técnica. Es un movimiento que nace desde un lugar no muscular, no tan articular, incluso se genera el movimiento desde los órganos. Todo ha sido un trabajo muy interesante”.
La edad de los bailarines que estrenarán Tsunami oscila entre los 40 y 50 años, ya que González quería explorar el movimiento con intérpretes maduros, ya que tienen una conciencia diferente, una energía distinta sobre el manejo de las emociones.
“Ha sido una exploración enriquecedora y el equipo de bailarines está contento con esta nueva búsqueda y resignificación de danza y movimiento. El seguir descubriendo nuevos motores para todos es muy estimulante”, añade el coreógrafo.
Con la dirección artística de Raúl Tamez y música original de Alonso J. Burgos, Tsunami se estrena este 9 de diciembre a las 19 horas en el Teatro Raúl Flores Canelo del Cenart (avenida Río Churubusco 79, Country Club Churubusco). La pieza se presentará también en el Teatro Varsovia (Varsovia 9, colonia Juárez) del 19 al 22 de enero de 2023.