Madrid. Un hombre de origen yemení, de 47 años, murió ahogado cuando intentó llegar nadando a la ciudad española de Ceuta, según informó la Guardia Civil española, que se encontró el cadáver flotando en la orilla del mar y en territorio español.
Este hallazgo se registró en un momento especialmente delicado en la zona fronteriza, sobre todo a raíz de una serie de investigaciones sobre los hechos ocurridos en junio pasado en la valla fronteriza de Melilla, donde murieron aplastados y por los golpes de los gendarmes marroquíes al menos 24 personas, en lo que ha sido la peor tragedia migrante en décadas en la zona.
Según la reconstrucción de los hechos realizada por la policía española, el migrante fallecido, que vestía un traje de neopreno para protegerse de la baja temperatura del agua, intentó cruzar nadando una zona especialmente peligrosa, por las rocas y la furia del mar, precisamente donde está el espigón que separa la frontera norte de Benzú de Marruecos con la española Ceuta. Una vez recuperado el cadáver, por la mañana, se le realizó una autopsia que concluyó que había muerto por asfixia bajo el agua.
Esta nueva muerta en la frontera con Marruecos ocurre cuando se intensifican las peticiones de dimisión al ministro del Interior español, Fernando Grande-Marlaska, señalado por “mentir” y “manipular” los hechos que ocurrieron en la valla de Melilla en junio pasado, que ha provocado la preocupación y los señalamientos de diversos organismos internacionales, como la Comisión Europea, la Organización de las Naciones Unidas y Human Rights Watch.