Madrid. Un tribunal británico resolvió que el rey emérito español, Juan Carlos de Borbón, sí tiene inmunidad parlamentaria en la causa que se investiga en su contra por los presuntos delitos de acoso y amenazas, al menos hasta la fecha de su abdicación como jefe del Estado español, el 19 de junio del 2014. La princesa alemana Corinna Larsen presentó una querella criminal contra su ex amante, Juan Carlos de Borbón, que abarca el periodo que va desde el 2012, cuando supuestamente rompieron su relación sentimental, que habían iniciado en el 2004, hasta la actualidad.
El Tribunal de Apelaciones de Londres finalmente resolvió a favor de la causa penal del rey emérito español, con lo que a partir de ahora sólo podra ser juzgado en el Reino Unido por los supuestos delitos de amenazas y acoso posteriores al 2014, es decir cuando perdió la inmunidad diplomática que le otorgaba su condición de jefe de Estado. Según el auto de la justicia inglesa, “la conducta previa a la abdicación alegada es inmune a la jurisdicción de los tribunales de este país”.
La princesa Corinna acusa a su ex pareje y rey emérito de haberla amenaza y coaccionado en dos momentos puntuales; el primero, con la visita del antiguo jefe del espionaje español, Félix Sanz Roldán, a Londres con la intención de “presionarla”, y la segunda unos meses después, cuando unos supuestos agentes de inteligencia española entraron en su vivianda particular de Mónaco.
La defensa de Corinna, representada por el despacho Kobre & Kim, se mostró confiada en que la mayor parte de la denuncia finalmente sea valorada por el tribunal, ya que a su entender los hechos más graves y que forman la columna vertegral de la denuncia ocurrieron después del 2014, es decir después de la abdicación. La ex amante del monarca sostiene en su demanda que los servicios de inteligencia españoles realizaron un operativo en su contra “con el objetivo de que devolviera a el rey Juan Carlos los 65 millones” que le había transferido procedentes de sus cuentas ocultas en Suiza y que presuntamente tenían su origen en una serie de comisiones ilegales por su intermedicaciónen la construcción de un tren de alta velocidad a La Meca.