Ciudad Juárez. El llamado padre de la cerámica en el estado de Chihuahua y artesano internacional, Juan Quezada Celado, falleció a los 82 años de edad en un accidente, cuando se dirigía en una camioneta a su rancho en la sierra del municipio de Casas Grandes, donde se volcó.
En la región es considerado el máximo impulsor de la cultura prehispánica de Paquimé o Casas Grandes de Oasisamérica, la cual floreció en el norte del país.
Este alfarero gozaba de prestigio internacional y en 1999 ganó el Premio Nacional de Ciencias y Artes, además de otros galardones que tiene en su haber.
En el municipio de Casas Grandes, autoridades policiacas locales informaron que el cuerpo de Don Juan, quedó prensado por el vehículo, siendo rescatado por lugareños que lo reconocieron como el originario del poblado de Juan Mata Ortiz al que dio fama mundial con su cerámica.
El accidente se registró ayer y hoy, luego que personal del Servicio Médico Forense entregó su cuerpo a familiares fue recibido por decenas de personas a la entrada del poblado de
Mata Ortiz, para acompañar sus restos mortales.
En vida recibió decenas de premios y reconocimientos al exponer sus obras en museos internacionales y su familia explicó que hace aproximadamente 50 años Quezada Celado, conocedor de las ollas de cerámica que se encontraban al excavar los montículos Moctezuma, aledaños a Mata Ortiz, se fijó en la técnica, estilo, instrumentos y métodos que utilizaron las antiguas culturas y desarrollo con ello la estética antigua.
También dieron a conocer que el antropólogo Spencer McCollum descubrió el talento de su familiar, quien dio unas piezas que elaboró a comerciantes de los Estados Unidos con los conocimientos que había logrado rescatar de las olas de una de las culturas prehispánicas más importantes de la zona.
También fue colaborador con su comunidad, ya que impartió la técnica con la comunidad y dio paso a un centro artesanal reconocido internacionalmente.
A través de redes sociales, amigos del maestro lanzaron la invitación para recibir el féretro con sus restos mortales a la entrada del poblado de Mata Ortiz, donde se realizarán las honras fúnebres.
La actividad de Juan Quezada le dio al poblado de Mata Ortiz una vocación alfarera al imitar imitó las ollas que los antepasados paquines elaboraban, sus piezas tuvieron éxito entre los coleccionistas.
En la década de los 50, Mata Ortiz era un pueblo al que el ferrocarril le daba esplendor y Quezada cuidaba burros con los que recorría los alrededores y en una de sus vueltas encontró un entierro de ollas de la cultura Paquimé, de donde copió la técnica apoyada por el antropólogo norteamericano.
El costo, hoy de una olla elaborada por Quezada alcanzaba hasta los mil dólares y eran compradas por coleccionistas y museos principalmente.