Ciudad de México. Por todos lados, arroyos humanos de familias enteras, parejas de ancianos y algunos solos -miles de ellos-, confluyeron a los pies de la columna a Independencia (el Ángel) para iniciar la marcha rumbo al Zócalo, cerca de su líder y presidente Andrés Manuel López Obrador. Con la incorporación del mandatario, las diez y media inició la caminata.
Provinieron desde la sierra de Zongolica, la Montaña de Guerrero, la Huasteca Potosina, de Zacatecas, Nayarit, de las alcaldías de Iztapalapa, Milpa Alta, Gustavo A. Madero. Muchas mujeres y hombres cargaron sus pertenencias para el viaje en mochilas a la espalda.
La mañana fresca tranquila en la zona de Reforma se vio interrumpida por el trajín de personas caminando en una dirección: el Ángel. Y a los alrededores del monumento levantado por el arquitecto Antonio Rivas Mercado, por encargo del general Porfirio Díaz, también se formaron largas filas de camiones foráneos y peseros que fueron a utilizados para trasladar al gentío que se congregó.
Muchísimas personas se presentaron desde la siete y media de la mañana en la escalinata principal del monumento. La mayoría de ellas adultas que ondeaban banderas y con ánimo entonaban a coro el apellido del mandatario: “Obrador, Obrador, Obrador…”
#VideosLaJornada La gobernadora de #Campeche, @LaydaSansores, señaló que “esta es la marcha de la victoria del fruto de tantos años de luchar al lado” del presidente @lopezobrador_
— La Jornada (@lajornadaonline) November 27, 2022
Nota: https://t.co/LitkaDlrIc#Marcha27Noviembre #MarchaAMLO
Video: César Arellano García. pic.twitter.com/1zZUOBksfZ
Con banda de por medio, sobre Reforma, se fueron concentrando los gobernadores de Morena ( se esperaba que llegaran los 21 de ellas y ellos), diputadas y diputados -muchos de ellos seguidos por grupos que les acompañaban-, lo mismo que senadoras y senadores. También todos los funcionarios del gobierno lopezobradorista, pero sobre todo sus tres “hermanos” Claudia Sheinbaum, Marcelo Ebrard y Adán Augusto López.
Cada vez que llegaba una u otro se les aplaudía y coreaba su nombre. Layda Sansores causó furor, y se abría paso como estrella de cine. Todos los que se le acercaban querían selfies o por lo menos tocarle.
No obstante, la muchedumbre esperaba, con ansia, la llegada del presidente López Obrador, y mientras eso sucedía sobre la histórica avenida inaugurada por Maximiliano de Habsburgo, miles de mujeres y hombres se adelantaban en dirección del Zócalo, que para ellas nueve de la mañana ya se poblándose de todos aquellos que comulgan con la Cuarta Transformación.
Mientras continuaba el ir i venir de personas, la mayoría pobres, y una reducida porción de clases medias, la señora Hilda Fuentes, de 84 años, esperaba sentada en un escalón del Ángel de la independencia, al tabasqueño a quien le prodigó: “Estoy aquí porque él volteó a vernos, nos entendió, supo de las necesidades de los pobres y también ha sabido ayudarnos, sobre todo a los que no podemos trabajar; si su ayuda no podría vivir..."
Y a un costado, a unos metros, un grupo nutrido de morenistas mexiquenses entonaban, como ellos mismos denominaron, “el clásico de clásicos: es un honor estar con Obrador, es un honor estar…”
Así, Paseo de la Reforma se tiñó de guinda. Playeras, gorras con ese color (y la mayoría con el nombre de políticos de ese partido) banderas, y abrió paso y se rindió al presidente, cuyo paso resultó complicado por lo desbordado de su convocatoria.
Los contingentes muy organizados del PT y de Morena se dejaron sentir, mientras, y con lentitud la enorme mancha humana se desplazaba, al grito de “es un honor estar con Obrador”.