Chihuahua, Chih. El Congreso local, en sesión solemne que encabezaron los tres poderes del estado, inscribió este jueves en letras doradas el nombre de Marisela Escobedo Ortiz, en el muro de honor de su salón de sesiones y en el marco de la conmemoración del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, con la consigna: “Marisela vive, y su lucha sigue”, la cual gritaron las diputadas de las diferentes fracciones legislativas, además de un minuto de silencio en memoria de la activista y por todas las víctimas de feminicidio en la entidad.

“Marisela Escobedo Ortiz fue una mujer persistente, activista determinante y voz clave en la lucha contra los feminicidios en México, todos esos son los adjetivos que se le pueden dar; fue una madre entristecida, pero con un carácter inquebrantable”, estableció el dictamen por el que la LXVII Legislatura aprobó las letras doradas.

La diputada Deyanira Ozaeta Díaz, representante del Partido del Trabajo, en su participación recordó que, la noche del 16 de diciembre del 2010, Marisela Escobedo fue asesinada, “murió sosteniendo lo que miles de mexicanos y mexicanas piensan: Que la justicia es un privilegio. Y hoy, después de 12 años, esa sigue siendo una verdad que duele, que incomoda, pero que persiste”.

“Hoy este Congreso honra su nombre, su lucha, su vida, pero se le sigue debiendo lo que buscó incansablemente: Justicia; que su nombre sea el recordatorio de una juarense que confió en la redención, de una justicia que nunca llegó y que tiene que llegar, y de eso, somos parte todas y todos nosotros”.

“Marisela vive, y su lucha sigue, esperemos que el brillo de sus letras no nos deje en paz hasta que su asesino pise suelo chihuahuense y enfrente a la justicia, que significa victoria sobre el enemigo”, expresó la diputada local de Morena, América García Soto.

A petición de la diputada del Partido Acción Nacional, Margarita Blackaller Prieto, las y los legisladores guardaron un minuto de silencio, por todas las víctimas de feminicidio y para Marisela Escobedo, después develaron la inscripción en letras doradas.

“Que tu nombre sea hoy la voz de miles de mujeres y madres que no se rendirán, que tu nombre y vida sean ejemplo de lucha y tenacidad para cualquier chihuahuense”, planteó la diputada Ivón Salazar Morales del Partido Revolucionario Institucional.

Antecedentes

La noche del 16 de diciembre del año 2010, Marisela Escobedo Ortiz fue asesinada en la entrada del Palacio de Gobierno de Chihuahua, mientras demandaba el esclarecimiento del feminicidio de su hija Rubí.

Rubí Marisol Frayre Escobedo, de 16 años de edad, había desaparecido en agosto de 2008 y, ante la falta de avances en la investigación, su madre recabó pruebas de manera independiente para demostrar fue asesinada por su pareja sentimental, Sergio Barraza Bocanegra, quien por entonces ya había huido de Chihuahua.

Gracias a los esfuerzos de Marisela se logró capturar a Barraza, sin embargo, el proceso judicial terminó con su absolución, en un juicio de casación se logró sentencia condenatoria, pero Sergio aprovechó para escapar.

Marisela exigió la aprehensión del asesino de su hija y atrajo la atención del país sobre las deficiencias del sistema de justicia mexicano y sobre la violencia contra las mujeres en el país, hasta que fue acribilla en presencia de sus familiares durante uno de sus actos de protesta.

Tras el crimen, las amenazas que recibía Marisela se extendieron a su familia: su cuñado Manuel Monge fue asesinado y su familia nuclear tuvo que huir de México y solicitó protección en Estados Unidos.