Moscú. Con el encuentro, cordial y distendido, de sus presidentes –Vladimir Putin en calidad de anfitrión y Miguel Díaz-Canel, de huésped–, Rusia y Cuba refrendaron este martes en la capital rusa, al hacer un repaso de los principales puntos del programa de cooperación conjunta hasta 2030, el excelente estado de la relación bilateral que mantienen el país euroasiático y la isla caribeña.
Hermanados Rusia y Cuba al enfrentar a un enemigo común, Estados Unidos, que pretende asfixiar económicamente a ambos mediante sanciones ilegales, los mandatarios coincidieron en hacer público su interés por impulsar el diálogo político y estrechar la cooperación en las más diversas áreas.
Putin y Díaz-Canel también expresaron su satisfacción por corroborar que tanto Rusia como Cuba, bajo cualquier circunstancia, pueden contar el uno con el otro.
“La Unión Soviética y Rusia siempre –y también ahora– han apoyado al pueblo cubano en su lucha por su independencia, por su soberanía. Siempre nos hemos opuesto a todo tipo de restricciones, bloqueo, embargo y demás limitaciones. Siempre apoyamos a Cuba en el ámbito internacional. Y vemos que Cuba ocupa la misma posición en relación con nuestro país, con Rusia”, afirmó Putin en presencia de la prensa al comienzo de la conversación a puerta cerrada que sostuvo con su homólogo cubano.
Díaz-Canel apuntó: “Para nosotros, esta visita a Moscú tiene una honda significación. Porque la hacemos en un momento en que tanto Rusia como Cuba están sometidas a sanciones injustas, arbitrarias, que proceden y tienen su origen en el mismo enemigo: el imperio yanqui, que ha manipulado también a una parte importante de la humanidad”.
El mandatario cubano relató que su pueblo lo ha sufrido en carne propia, con más de 60 años de bloqueo, y señaló que, por eso, defiende la posición de Rusia en la guerra con Ucrania, la cual “a nuestro entender –dijo– tiene su origen, lamentablemente, en las manipulaciones de EU frente a la comunidad internacional”.
Añadió: “Usted (Putin) hace tiempo que advirtió al mundo que era inadmisible la expansión de la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte) hacia las fronteras de Rusia, y ellos (EU) intentan encontrar en esta guerra extraterritorial, como siempre lo hacen, lejos de su territorio, la posibilidad de presentarse como ‘salvadores’ y tener la última plabra en la solución de todas las situaciones que se dan en el mundo”.
Para el líder cubano, Estados Unidos es el culpable de lo que está pasando en Ucrania. “Condenamos las sanciones contra Rusia y las causas del actual conflicto, estamos en contra de que se engañe a la gente y se culpe a Rusia (de esta guerra), así como rechazamos el comportamiento de la Unión Europea, que se supedita por completo a los intereses de Washington”, aseveró.
Díaz-Canel concluyó así: “Rusia siempre puede contar con Cuba. Admiramos la historia y cultura de Rusia, su liderazgo en muchos procesos, y seguiremos contribuyendo a que nuestra relación continúe creciendo y se fortalezca”.
Antes de su reunión, los presidentes ruso y cubano asistieron a la inauguración de un monumento en honor del líder histórico de la revolución cubana, Fidel Castro, en un plaza que lleva su nombre desde 2017, un año después de su muerte, en el distrito Sokol de Moscú, donde también hay calles dedicadas a los fallecidos presidentes de Chile, Salvador Allende, y de Venezuela, Hugo Chávez.
En la ceremonia, Putin destacó que el estadista de la isla caribeña “una persona realmente legendaria, uno de los líderes más brillantes y carismáticos del siglo XX, dedicó toda su vida a la lucha abnegada por el triunfo de las ideas del bien, de la paz y de la justicia, por la libertad de los pueblos oprimidos, por la vida digna para la gente común y corriente y la igualdad social”.
Por su parte, Díaz-Canel agradeció la decisión de inmortalizar a Fidel Castro con esta estatua de tres metros de altura, que en su opinión “es la muestra de cómo este gran ser humano unió pueblos que pese a la distancia geográfica y cultural son hermanos desde hace más de 60 años”.
En su último día de estancia en Moscú, el presidente de la mayor de las Antillas se entrevistó con los líderes del Senado, Valentina Matviyenko, y de la Duma, Viacheslav Volodin, así como visitó al Patriarca de la Iglesia Ortodoxa Rusa, Kiril.