Houston. Una mujer de 29 años de Texas fue condenada a muerte por haber matado a una embarazada en octubre de 2020 para extraerle el feto que llevaba en el vientre.
La sentencia de Taylor Parker se dictó el miércoles en Texas, tras varias semanas de juicio que comenzó en septiembre, según documentos judiciales.
Durante meses, Parker hizo creer a su novio y a sus familiares que estaba embarazada. Lo publicó en las redes sociales y compró un vientre de silicona falso. Todo era mentira. La verdad era que se había sometido a una histerectomía y no podía tener hijos.
El 9 de octubre de 2020, Parker fue a la casa de Reagan Simmons-Hancock, una conocida de 21 años que estaba en los últimos meses de embarazo, y la apuñaló más de 100 veces. Tras abrirle el estómago para llevarse el feto, se marchó y dejó a la hija de la víctima, de 3 años, dormida en otra habitación.
La sentenciada fue detenida poco después en su vehículo, a unos 15 kilómetros del asesinato, con la recién nacida en su regazo. Dijo a las autoridades que acababa de dar a luz. El bebé fue hospitalizado, pero no sobrevivió. Parker fue juzgada en la pequeña ciudad de New Boston, al este de Dallas.
Unas semanas antes de los hechos, había empezado a buscar mujeres embarazadas en distintos lugares, entre ellos tiendas, según el testimonio de la policía durante el juicio. Además, la victimaria había visto numerosos videos de partos y cesáreas.