La Secretaría de la Contraloría General de la Ciudad de México investigará si hubo reportes, omisión o negligencia que incidieran en la reposición de la tapa de un coladera sobre Viaducto Río de la Piedad, donde dos jóvenes murieron al caer cuando se dirigían a un concierto.
En sus redes sociales, la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, aseguró que diariamente se reponen en promedio ocho tapas y otros accesorios que son robados, por lo que ordenó al Sistema de Aguas de la Ciudad de México, a las secretarías de Obras y Servicios, así como a la de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil revisar todos los protocolos para su atención inmediata.
Tras lamentar el fallecimiento de las hermanas Sofía y Esmeralda, aseguró que desde el viernes instruyó a la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas, al DIF local y al Sacmex brindar todo el apoyo necesario a la familia.
También señaló que pidió a la Secretaría de Seguridad Ciudadana y al C5 investigar y aportar pruebas a la Fiscalía General de Justicia capitalina sobre el robo de tapas.
En el Congreso de la Ciudad de México hay al menos tres iniciativas que plantean penas de prisión de entre seis a ocho años a quien hurte mobiliario y equipamiento urbano, que esperan ser dictaminadas en la Comisión de Procuración y Administración de Justicia. La diputada del PRD Poliminia Romana propone, además, tres años de cárcel a quienes compren, revendan o procesen dicho mobiliario.
En su iniciativa, el diputado de Morena Norberto Nazario refiere que al mes se llevan más de 70 tapas que se llegan a vender hasta en 300 pesos, pero su reposición tiene un costo para el gobierno de la ciudad de unos 17 mil pesos.