Vero Beach. La tormenta tropical Nicole arrastró numerosas viviendas de las costas de Florida hacia el océano Atlántico el jueves, y amenazaba edificios de varios niveles en lugares donde el huracán Ian destruyó los malecones hace apenas unas semanas.

La tormenta, que causó al menos dos muertes, fue el primer huracán que toca tierra firme en Florida en un mes de noviembre en 37 años, y apenas el tercero del que se tiene registro. Propinó otro golpe devastador semanas después de que Ian azotó el litoral del estado en el Golfo de México, donde provocó la muerte de más de 130 personas y destruyó miles de casas.

Aunque los vientos de Nicole disminuyeron después de que tocó tierra como huracán de categoría uno alrededor de las 03:00 de la madrugada del jueves cerca de Vero Beach, su marejada golpeó las costas en las comunidades de Wilbur-by-the-Sea y Daytona Beach Shores, haciendo que algunas casas terminaran en el océano.

Las autoridades del condado de Volusia, situado al noreste de Orlando, dijeron el jueves por la noche que los inspectores de edificios habían declarado inseguros 24 hoteles y condominios en Daytona Beach Shores y New Smyrna Beach, y que habían ordenado su evacuación. Al menos 25 casas unifamiliares en Wilbur-by-the-Sea habían sido declaradas estructuralmente inseguras por los inspectores de construcción y también fueron evacuadas, dijeron funcionarios del condado.

“Los daños estructurales en nuestra costa no tienen precedentes. Nunca habíamos experimentado algo así”, dijo el administrador del condado, George Recktenwald, durante una conferencia de prensa previa, señalando que se desconoce cuándo será seguro para los residentes evacuados regresar a sus hogares.

El jefe de policía del condado, Mike Chitwood, dijo en redes sociales que varias casas costeras en Wilbur-by-the-Sea se habían derrumbado y que otras propiedades estaban en “riesgo inminente.” Comentó que la mayoría de los puentes que conducen a las propiedades junto a la playa habían sido cerrados a todos, excepto a personal esencial, y que se había impuesto un toque de queda.

Nicole era un sistema de gran tamaño, que cubría casi todo el estado de Florida y alcanzaba Georgia y las Carolinas antes del amanecer el jueves. Sus vientos con fuerza de tormenta tropical se extendían hasta 720 kilómetros (450 millas) desde su centro en algunas direcciones mientras giraba hacia el norte sobre el centro de Florida.

Aunque los vientos de Nicole causaron un daño mínimo, su marejada fue más destructiva de lo que podría haber sido en el pasado porque los mares están subiendo a medida que el hielo del planeta se derrite debido al cambio climático, dijo el climatólogo de la Universidad de Princeton Michael Oppenheimer.