Al recibir este jueves el Reconocimiento Universitario, que le confirió la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el arqueólogo Eduardo Matos Moctezuma refrendó su crítica contra quienes pretenden manipular la historia.
“La manipulación de la historia es algo que hemos visto a la largo y ancho de la historia y del mundo. O sea, cómo diferentes personalidades que han tenido el mando, el gobierno y demás la han manipulado, tergiversado para fines que les eran propios. Esto no debe ser, esto no puede admitirse, y así lo manifesté en diferentes medios y en mi discurso en Oviedo (España, al recibir el Premio Princesa de Asturias)”.
Inquirido al concluir la ceremonia sobre si tales palabras tenían un destinatario, en específico ante la polémica que suscitó el año pasado la conmemoración oficial de los 700 años de la fundación de Tenochtitlán, el humanista mexicano se limitó a responder que tal celebración se hizo “sin fundamento serio ni académico”.
Consideró, asimismo, que los gobernantes no han hecho consciencia sobre la necesidad de no manipular la historia y reiteró que es una práctica que se ha realizado en el pasado y que se sigue viendo “no sólo en México, sino en el mundo”. Para cerrar el tema, externó su deseo de que “ojalá todos ellos (los gobernantes) aprendieran las lecciones que nos da la misma historia”.
Esta nueva distinción a Matos Moctezuma, con la que la UNAM retomó la entrega de aquel reconocimiento que otorga desde 2014, tuvo como escenario el Museo Universitario Arte Contemporáneo (MUAC).
En sus palabras de agradecimiento, el arqueólogo y antropólogo contó cómo fue que estructuró su discursó de recepción del Premio Princesa de Asturias en la categoría de Ciencias Sociales y Humanidades, el 28 de octubre, y el por qué de las razones de aludir al cantar de la sabiduría.
Sobre esto último, contó cómo un militar español, en una ocasión que el poeta Miguel de Unamuno estaba al habla, lo calló súbitamente para gritarle que muriera la inteligencia. De allí que con sus palabras, aclaró, buscara rendir homenaje a esa capacidad humana.
Recordó que ese discurso comenzó y terminó con palabras de agradecimiento para las instituciones que habían propuesto su candidatura, la UNAM y la Academia Mexicana de la Lengua, así como a quienes han sido sus maestros directos e indirectos, entre ellos sus amigos Miguel León-Portilla y Alfredo López Austin, además de los provenientes del exilio español, como el arqueólogo José Luis Lorenzo, el antropólogo Pedro Armillas y Pedro Bosch Gimpera.
Bolfy Cotton, investigador de la Dirección de Estudios Históricos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (UNAM), destacó de Matos Moctezuma que, con su trabajo, se ha ganado a pulso el respeto, aprecio, admiración y reconocimiento en México.
Destacó asimismo su faceta como servidor público, desde la cual tomó “decisiones complejas, difíciles y en ocasiones polémicas. Pienso, como él mismo afirma, que esto ha ocasionado una de sus dos principales rupturas con el poder”.
El científico Antonio Lazcano, su compañero en El Colegio Nacional, subrayó cómo gracias a la labor de este arqueólogo la grandeza de los tiempos pasados no ha muerto del todo, y que “en tiempos aciagos para la ciencia y la cultura” él “sigue defendiendo el futuro rescatando el pasado”.
En la ceremonia participaron asimismo María Teresa Uriarte, investigadora del Instituto de Investigaciones Estéticas, y el etnólogo Sergio Raúl Arrojo, así como Amanda de la Garza, directora de Artes visuales de la UNAM, quien precisó que el Reconocimiento Universitario a Eduardo Matos Moctezuma responde a “su trascendente contribución a la historia, la ciencia y la cultura de México”.