Ciudad de México. Desde siempre México ha sido un país profundamente racista, pero se niega a reconocer esta realidad, afirmó el presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Arturo Zaldívar, durante la presentación del Protocolo para Juzgar con perspectiva intercultural: personas, pueblos y comunidades indígenas.
“Desde la Conquista, la Colonia y todo el periodo del México independiente, México ha seguido viviendo, creciendo, desarrollándose con un racismo que pretende ser imperceptible, que trata de ser negado, pero cuya realidad es cada día más viva, potente y que nos grita para que volteemos a verla”, afirmó.
Señaló que para superar esta situación es preciso que los juzgadores tengan presente las condiciones de género, socioeconómicas y de discriminación presentes en cada caso.
“Me parece que una de las formas de comenzar a combatir este flagelo es visibilizarlo, es obligarnos a todos y a todas, a las autoridades y a la sociedad, a voltear sobre este fenómeno del racismo.
“A hacerlo visible, hacer lo entendible y a generar la indignación que nos debe generar en todos y en todas, discriminar y hacer a alguien menos, simplemente por considerarnos superiores a ellas o a ellos”, afirmó Zaldívar.
“Las juezas y los jueces no podemos juzgar como si México no fuera un país tan desigual, nuestra obligación en los juicios, en los procesos, es igualar la cancha”, concluyó.
En la presentación, que se realizó mediante videoconferencia, participaron Regina Castro Traulsen, directora general de Derechos Humanos de la SCJN; Reyes Rodríguez Mondragón, magistrado presidente el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) y Larisa Ortiz Quintero, mujer indígena Nahua, magistrada de Sala Ordinaria del Tribunal de Justicia Administrativa de la Ciudad de México, entre otros.