Managua. La alianza electoral que encabeza el partido del presidente socialista Daniel Ortega gana de forma abrumadora la mayoría de las 153 alcaldías disputadas en las elecciones del domingo en Nicaragua, según un reporte oficial con resultados parciales divulgados este lunes
El Consejo Supremo Electoral (CSE) informó en el primer reporte que la alianza "Nicaragua Triunfa" encabezada por el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), obtuvo el control en los 112 municipios, entre ellos la capital Managua.
"Hemos concluido con éxito un ejercicio cívico y soberano", afirmó la presidenta del CSE, Brenda Rocha, en una rueda de prensa que ofreció 12 horas después del cierre de la votación del domingo y sin precisar el nivel de participación ciudadana.
El observatorio independiente Urnas Abiertas estimó que la abstención fue del 82.7% con una participación del 17.3%, según un sondeo con un 95% de confianza.
Los sandinistas controlaban en el último periodo (2017-2022) 141 de las 153 alcaldías en juego y sumando otras tres en poder de la oposición cuyos ediles fueron sustituidos por miembros de ese partido.
En ese contexto, los dirigentes de oposición creen que el resultado electoral "consolidará" el poder Ortega con el control casi total de los gobiernos locales.
Más de 3.7 millones de nicaragüenses mayores de 16 años fueron convocados para elegir a alcaldes, vicealcaldes y concejales en los 153 municipios del país, en un proceso que la oposición calificó desde el exilio como "una farsa".
El FSLN participó junto a cuatro partidos derechistas y que la oposición tilda de "colaboracionistas" y un partido indígena de las dos regiones del Caribe.
Según el bloque opositor Unidad Nacional Azul y Blanco, con su cúpula en el exilio, Ortega realizó "esta farsa municipal para afianzar su control absoluto" en el país.
Ortega, quien gobierna desde 2007, obtuvo el año pasado un cuarto mandato consecutivo con sus principales rivales presos.
El mandatario de 76 años, que es acusado por sus rivales de autoritarismo, nepotismo que en estos comicios "se está votando por la paz" y corrupción, sostuvo tras sufragar .
En opinión del disidente sandinista y académico independiente Oscar René Vargas, también en el exilio, Ortega trata de convencer a sus detractores que "está para quedarse en el poder" e impulsar, quizás, un diálogo, ante la crisis que vive el país desde las protestas opositoras del 2018.
El gobierno considera que el movimiento fue un intento de golpe de Estado con apoyo de Estados Unidos. Más de 200 opositores están presos.
La oficina del Alto Comisionado de Derechos Humanos de Naciones Unidas (OACNUDH) expresó "preocupación" por denuncias sobre presuntas detenciones de al menos ocho personas durante el proceso electoral.
Mientras que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) lamentó el viernes "la falta de condiciones mínimas" para "la realización de elecciones libres" en Nicaragua.