Tepic, Nay, Casi un centenar de trabajadores sindicalizados del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) se manifestaron en Tepic contra actos de corrupción en la asignación de plazas en el nuevo hospital Dr. Aquiles Calles Ramírez, sin respetar las listas de escalafón ni los derechos laborales de unos 500 trabajadores suplentes y de interinatos que siguen en espera de su basificación, pendiente la mayoría por más de 10 años.
Sin suspender las labores de atención médica, a las afueras del nosocomio, situado al nororiente de la capital nayarita, en la zona de La Cantera, los inconformes denunciaron corrupción e influyentismo en la asignación de las nuevas vacantes, principalmente administrativas y paramédicas. "En un acto de injusticia contra los que estuvieron en la primera línea de contacto y atención a los pacientes de Covid-19, durante la pasada pandemia".
David Aragón Valenzuela, dirigente en Nayarit de la sección 23 del sindicato nacional de los trabajadores del ISSSTE, señaló como el principal instigador a Ramiro López Elizalde, titular de la dirección normativa de salud a nivel central, de estar violando los derechos laborales que por ley les corresponden a quienes forman parte del escalafón desde hace años, en la asignación de las plazas de base.
"No es posible que desde la capital del país, sin tomar en cuenta a nuestros compañeros suplentes que trabajaron sin descanso durante la pandemia, estén asignando plazas a personal de instituciones privadas, como es el caso de Oscar Arvizu que del hospital privado Puerta de Hierro, se lo trajeron como jefe de servicios sin más antecedente que el amiguismo o influyentismo, en descarada corrupción, dejando en vergüenza la lucha que encabeza nuestro presidente López Obrador", denunció David Aragón.
El nuevo hospital del ISSSTE fue puesto en operación durante la pandemia de Covid-19 a cargo y bajo la dirección de personal de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA), luego de 30 años de ser requerido por la creciente demanda, con el apoyo local de los trabajadores sindicalizados, que por incapacidades médicas, en su mayoría, fueron cubiertos por los suplentes, a quienes se les garantizó "que tendrían su base laboral" como reconocimiento, pasada la crisis de la pandemia.
Sin embargo, "la promesa de darnos nuestra base laboral en el ISSSTE sigue sin cumplirse", señaló Daniel Guadarrama, camillero suplente durante 11 años, quien dijo esperar pacientemente para conseguir su base.