El Museo de Arte de Sonora (Musas), ubicado en Hermosillo, reabrió sus puertas el pasado 28 de octubre después de permanecer cerrado por más de dos años tiempo en que se realizaron trabajos de mantenimiento y rehabilitación de sus instalaciones.
Desde el 1 de octubre es su director Octavio Avendaño (Ciudad de México, 1985), quien previamente se desempeñaba como coordinador de artes visuales del Instituto Sonorense de Cultura.
Para la reapertura se organizaron tres exposiciones: Arte sonorense 1970-2022, con obra del acervo del Musas que asciende a más de mil piezas; Apocalipsis, arte joven sonorense, y ¿Por qué necesitamos un museo de arte?, curada por Guillermo Santamarina.
Inaugurada el 9 de septiembre de 2009, el Musas se encuentra en un momento de “redefinir la política cultural en el estado, al mismo tiempo de replantear y reimaginar, sobre todo, el enfoque museológico ya que queremos que sea transversal.
Es decir, que aborde la crisis civilizadora en la que nos encontramos: relacionada con la ecológica, la equidad de género y la violencia exacerbada por la que transitamos como humanidad”.
Se trata de “repensar el museo como este encuentro en que los intelectuales sonorenses y los artistas pueden no solo producir exposiciones, sino reimaginar posibilidades de un nuevo proyecto de sociedad en la cultura de la paz.
En ese sentido el Musas reabre con la intención de proyectar a sus artistas locales, aunque también producir sus propias investigaciones”. Se pretende dejar de “importar” exposiciones y empezar a “exportarlas” hacia los museos del norte del país y también el estado estadunidense de Arizona.
Otro propósito es elaborar un programa público que abarque la mayoría de los municipios del estado a partir de los proyectos educativos que puede brindar el museo, apunta Avendaño.
Respecto a lugar del arte producido en la entidad en el panorama nacional, el entrevistado expresa: “Sonora es muy particular porque como su proceso de colonización y de fundación fue más tardado que el centro del país, los procesos culturales fueron desfasados temporalmente. La Universidad de Sonora (US) fue fundada a mediados del siglo pasado y la carrera de artes plásticas apenas fue matriculada en los años 90.
Hablamos, entonces, de un proceso temporal distinto, sin embargo siempre ha habido una serie de diálogos y resonancias”.
El proyecto de Avendaño para el Musas “consiste, sobre todo, en transitarlo a un museo resiliente y sustentable, no sólo para hacer más eficaz su estructura, sino para enfrentar las problemáticas que los museos atraviesan en la actualidad. Esto se trasmina en la programación, digamos, en el proyecto rector propuesto: producir investigaciones desde Sonora hacia el mundo”.
Dicho discurso se verá materializado en una serie de exposiciones anunciadas para 2023 como Teresa Urrea: La santa de Cábora, famosa en su época por sus conocimientos en medicina herbolaria y santidad, además de personaje decisivo en actividades políticas e insurrecciones en contra de la dictadura de Porfirio Díaz en Chihuahua y Sonora a fines del siglo XX.
Otra muestra será en torno a la bailarina y coreógrafa Martha Bracho (1927-2019), pionera de la danza en el estado de Sonora y fundadora de la Academia de Danza de la US. Mientras que A 50 años del golpe de estado en Chile: Helga Krebs, gira en torno a la artista chilena de origen alemán, exiliada en México desde 1974, y arraigada en Hermosillo.
