El diplomático en retiro Luis Ortiz Monasterio recibió un homenaje en el Palacio de Bellas Artes la noche del jueves en reconocimiento a su labor como parte del Servicio Exterior Mexicano y sus contribuciones en el servicio público, así como en la vida política y cultural en el país.
El ex embajador y defensor de los derechos humanos narró su ruta de vida, así como algunos de los pendientes, entre los que se incluyen las memorias que publicará el próximo año, las gestiones relacionadas con un museo sobre el Galeón de Manila, continuar con su labor con refugiados guatemaltecos para lograr reconocimiento a su lengua indígena de origen maya, estudiar a personajes que llegaron a México durante el Macartismo estadunidense, entre otros temas.
“La única promesa es que cumpliré mis compromisos y les voy a hacer un listado de mis pendientes, porque no pienso a pesar de los 80 años dejar de enfrentar nuevos retos”, expresó durante la ceremonia en la sala Manuel M. Ponce. “Estoy abrumado de flores”, dijo ante la presencia de amigos que llenaron la sala.
Alejandra Gómez Colorado, Tomás Calvillo, Zósimo Hernández Ramírez, Francisco López Morales, Héctor Valle México, Alfonso Zegbe, y Eduardo Cruz fueron convocados en la mesa de ponentes en el reconocimiento público que impulsado por El Colegio de México y el Grupo de Reflexión sobre Economía y Cultura (Grecu), petición respaldada por el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura y la Secretaría de Relaciones Exteriores.
Porfirio Muñoz Ledo, sentado entre los asistentes, pidió ofrecer algunas palabras también, pues se conocen desde los años 60. Fue él quien ofreció al diplomático abrir camino en la oficina precursora de la Comisión Nacional de Derechos Humanos.