Profesores-investigadores de la Universidad Pedagógica Nacional (UPN) señalaron que los “Lineamientos para la Asignación de Carga Docente y Carga Académica para el Personal Académico de Carrera de la Unidad Ajusco”, que se quieren aplicar en esa casa de estudios “responde a directrices burocráticas y administrativas, pero no a criterios académicos, por lo que rechazamos su discusión y aprobación”.
En entrevista con La Jornada, Yuri Jiménez, investigador de la UPN-Ajusco; y Juan Manuel Sánchez y Martín Antonio Medina Arteaga, académicos de la Unidad 097 Sur-Ciudad de México, afirmaron que desde su difusión por parte de las autoridades de la universidad,“hay un consenso entre las áreas académicas para rechazar su aplicación, porque sólo impone mayores cargas administrativas”.
Juan Manuel Sánchez, indicó que “antes de generar contextos más adversas para el trabajo académico, se deberían atender las condiciones de precariedad en que laboran las unidades externas, pues en la mayoría de los casos su planta docente se integra por profesores interinos, es decir, que pese a tener años de experiencia y contar con doctorado y postdoctorado, tienen contratos de cinco meses y medio sin ninguna prestación, lo que se ha mantenido por más de 40 años”.
Medina Arteaga señala que “no se puede solicitar a los profesores que no cuentan ni siquiera con un lugar para trabajar, un cubículo o un espacio para dejar sus cosas, que incrementen su carga de asesoría de tesis, formación de cuadros de posgrado y generación de al menos tres artículos de investigación al año publicados entre revistas de reconocido prestigio, si no existen condiciones mínimas para realizar la labor docente”.
Explican que los nuevos lineamientos establecen llenados de nuevos formularios y metas específicas “que no sabemos si se van a poder cumplir, porque cuando solicitamos apertura de grupos nos dicen que no hay salones disponibles ni podemos proponer nuevos campos de investigación”.
Destacaron que las condiciones que imperan en la UPN-Ajusco, son totalmente distintas a las de las unidades externas, tanto en la capital del país como en los estados, pues en la mayoría de los casos carecen de instalaciones propias, y en muchas ocasiones “tienen que pedirse espacios prestados, como escuelas de primaria y secundaria, donde formamos a futuros doctores en pedagogía”. A lo que se suman condiciones de mayor vulnerabilidad, “pues es muy difícil manifestarse en contra de una medida directiva, cuando tu permanencia laboral es inexistente”.