Hablar de Roberto Blandón es traer a la memoria 40 años de trabajo continuo, a lo largo del cual ha consolidado su carrera de actor, que continúa ejerciendo con placer en la obra Los guajolotes salvajes.
En su trayectoria, Blandón suma alrededor de 50 puestas en escena profesionales y un sinfín de telenovelas. Otra vertiente en donde se ha desenvuelto es en el teatro musical, en el que ha participado en producciones como la primera versión de José el soñador, que se montó en México en 1984; Nazareth, Perdidos en el espacio, Calle 42, Dulce caridad, El diluvio que viene, La mujer del año, Pinocho, La jaula de las locas y La fierecilla tomada.
En televisión, ha participado en un muchas telenovelas y series, entre las que destacan Un sólo corazón, Yesenia, Amor en silencio, De frente al sol, Mi segunda madre, María Isabel, Bajo un mismo rostro, María la del Barrio, Para toda la vida, La chacala, El candidato, Mariana de la noche, Mujer de madera, Sueños y caramelos y Mi pecado.
Ahora en charla con La Jornada, cuenta sobre esta obra, la cual es una versión tropicalizada a México
, de la pieza de Antón Chéjov, dirigida por Enrique Singer, donde comparte escenario con Margarita Gralia, Raquel Garza y Beatriz Moreno al frente del elenco.
Los guajolotes salvajes gira en torno a la vida de Vania, Sonia y Masha (tres hermanos bautizados así en honor de los personajes de Chéjov, por unos progenitores que amaban el teatro). Los dos primeros viven en Cholula, donde permanecieron al cuidado de sus padres hasta que fallecieron, y de la casa familiar que es sostenida económicamente por Masha, una refulgente estrella televisiva.
Los personajes son seres humanos perdedores, densos, con una rutina cotidiana, pues se quedaron a cuidar a los padres ancianos con demencia senil y los hermanos no hicieron su vida, excepto una, quien es una famosa actriz
, dijo el actor sobre el montaje que se presenta en el Centro Cultural San Ángel.
También existe esta especie de vínculo tóxico y de las relaciones humanas, pues hay mucha gente que desperdicia su vida; también se hace referencia a las vanidades que se develan en la actriz (Margarita Gralia) y nos burlamos un poco de nuestro medio, lo cual es muy divertido.
Lo cierto, agregó, es que el teatro siempre es una incertidumbre, pues dependemos del resultado de la obra y de que asista la gente, aunque está bastante bien hecha. Después de la pandemia queremos recuperar el teatro, pero haciendo obras de calidad
.
El título hace referencia una famosa frase de la obra La gaviota, de Chéjov, donde Sonia –solterona, siempre deprimida y amargada– le dice a su hermano Vania (Blandon) que ella no es una gaviota, ¡sino un guajolote salvaje! Porque, le explica, se cae de la cama mientras duerme, como los guajolotes se caen de su nido.
Para OCESA, Blandón ha dado vida a los personajes protagónicos de musicales como La Bella y la Bestia y El hombre de La Mancha. Asimismo realizó más de 700 representaciones como el malvado tabernero Thenardier de Los miserables, el cual le valió diversos premios de la prensa especializada como el Heraldo, Las Palmas de Oro y otros más como el mejor actor de comedia musical.
Blandón explicó: El musical es un género muy agradecido para la gente, pues es un divertimento garantizado, pero se tienen que presentar igual como se ven en Londres o en Nueva York. Lo bonito de esta carrera es que te da la oportunidad no sólo en televisión de hacer villanos, sino la faceta de la comercialización dentro del teatro, porque somos actores y no hay que tenerle miedo a nada; hay que entrarle a cualquier género ya sea melodrama, comedia, tragedia y romperte como personaje
.
El actor sobre sus cuatro décadas de profesión comentó que desde niño tuvo la inquietud. Me ponía atrás de los sillones de la sala hacer títeres o en la grabadoras hacía radionovelas. Siempre me gustó disfrazarme de muchas cosas. Creo que el actor nace, no se hace, pero es importante la preparación
.
Los guajolotes salvajes, de Christopher Ferdinand Durang, es ganadora de una veintena de premios, entre ellos el Tony a mejor obra del año y se presenta por primera vez en español, con producción de MejorTeatro, Morris Gilbert y Claudio Carrera. Las funciones son en el Centro Cultural San Ángel, los viernes a las 19 y 21:45 horas; sábados a las 18 y 20:45 y domingos a las 16:30 y 19 horas.