Moscú. El presidente de Rusia, Vladimir Putin, advirtió este miércoles que “el potencial de conflictos tanto en el mundo como a nivel regional (en el espacio postsoviético) sigue siendo muy alto, al tiempo de que surgen nuevos riesgos y desafíos para la seguridad colectiva”.
Putin saludó por videoconferencia a los participantes en la reunión de jefes de los servicios de seguridad y de espionaje de países de la antigua Unión Soviética que forman parte de la Comunidad de Estados Independientes (CEI), sin precisar el número de asistentes. De sus diez miembros –a juzgar por las ocho banderas que había en la sala, y que pudieron verse en los reportajes de los noticiarios de TV–, no participaron Moldavia y Turkmenistán.
En su discurso, distribuido por el servicio de prensa del Kremlin, el jefe del ejecutivo ruso arremetió contra Estados Unidos y sus aliados, que –en su opinión– practican “chantajes, presiones y amenazas en prácticamente todo el espacio de la Comunidad, impulsan escenarios de ‘revoluciones de colores’, estimulan el nacionalismo y el extremismo, provocan conflictos militares que ponen en riesgo la seguridad de toda la CEI”.
Dedicó sus críticas más duras a Ucrania, que “se ha convertido en instrumento de la política exterior estadunidense”.
Para Putin, “Ucrania ha perdido de hecho su soberanía y es manejada directamente desde Estados Unidos, que la utiliza como punta de lanza contra Rusia, contra nuestro Estado de la Unión con Bielorrusia, contra la CEI”.
Afirmó que “se ve claramente cuál es la verdadera actitud de Estados Unidos hacia sus satélites. De inmediato convirtió el territorio ucranio en un polígono para experimentos biológico-militares y ahora atiborra a Ucrania de armamento, incluido el pesado, y no hace nada frente a la declaración del régimen de Kiev de querer tener armas nucleares. Las autoridades de Kiev lo dijeron en público y como si nada, todos guardan silencio. Es sabido que tienen planes de llevar a cabo una provocación usando una llamada bomba sucia (con materiales radiactivos)”.
Otro desafío, asevera Putin, es “el mercado negro de armas, que existe en Ucrania, donde organizaciones criminales trafican hacia otras regiones no sólo fusiles automáticos, también hay riesgo de que caigan en mano de los delincuentes recursos más poderosos, entre ellos complejos móviles de cohetes antiaéreos y armas de alta precisión”.
Ejercicio de disuasión
En ese contexto, y sin otro propósito que recordar al mundo que tiene un arsenal nuclear listo para contestar un ataque con armamento atómico en su contra, Rusia llevó a cabo este miércoles, por segunda ocasión este 2022, el ejercicio anual de sus Fuerzas de Contención Estratégica desde tierra, mar y aire.
Una vez por año, el ejército ruso comprueba la capacidad de respuesta de sus misiles estratégicos –tanto intercontinentales como hipersónicos, ambas modalidades con capacidad de portar ojivas nucleares– ante un hipotético ataque masivo, como hizo el 19 de febrero, cinco días antes de comenzar la invasión de Ucrania.
Ocho meses después, y cuando Rusia insiste en que Ucrania tiene la intención de usar una bomba sucia para endosarle la culpa, volvió a realizar este ejercicio, teniendo como blanco el polígono de Kura, en la península de Kamchatka, en el extremo oriente ruso.
La televisión local mostró al presidente Putin observando, en el centro de mando del ejercicio Grom (Trueno), el lanzamiento desde el cosmódromo de Plesetsk de un misil balístico intercontinental Yars (siglas de Misil Nuclear de Contención) y otro, desde un submarino en el mar de Barents, de un misil balístico Sineva (Azul).
Ambos impactaron en el blanco, informó al mandatario el ministro de Defensa, Serguei Shoigu, quien agregó que también participaron en el ejercicio dos aviones estratégicos TU-95MC que dispararon misiles de crucero.
Entretanto, ante el próximo envío de inspectores del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) a dos plantas nucleares en Ucrania, a petición de Kiev, el vocero del Kremlin, Dimitri Peskov, señaló este miércoles que Rusia mantiene “un diálogo bastante constructivo” con la agencia nuclear.
Peskov no quiso revelar detalles de las “evidencias” sobre la intención ucrania de fabricar una bomba sucia que presentó Rusia en la reunión del Consejo de Seguridad de la ONU que se celebró el martes anterior a iniciativa suya y a puerta cerrada.
El portavoz de la presidencia rusa se limitó a decir: "No cejaremos en nuestros esfuerzos para que la comunidad internacional tome en cuenta nuestra preocupación (sobre la bomba sucia) y podamos lograr una respuesta que impida las acciones irresponsables del régimen de Kiev".