Ciudad de México. Para evitar que “le arranquen a nuestro país ser la cuna de la flor de cempasúchil”, organizaciones civiles agrícolas en conjunto con el Senado de la República realizan un esfuerzo para generar una denominación de origen que acredite su nacimiento.
“En México queremos tener nuestra propia especie, nuestros propios híbridos y estar en posibilidad de competir con las semillas que actualmente llegan de la India y de China”, advierte, Juan Abel Verá Martínez, Coordinador del Centro de Innovación Comunitaria, Xochimilco-Tláhuac.
“De no hacer este esfuerzo nos puede pasar lo mismo que con la Nochebuena, que compañías extranjeras han mejorado la planta y ahora tienen 50 o 60 variedades”, añadió.
Producir estas especies mejoradas “requiere importarlas o comprárselas a los distribuidores que tienen la concesión de compañías extranjeras que las producen”, agregó.
La Comisión de Recursos Naturales y Desarrollo Rural (Corenadr), informó, que actualmente en el suelo de conservación de la CDMX se cultivan dos especies nativas de cempasúchil de las 35 registradas en nuestro país.
Estas especies son Tagetes erecta, conocida comúnmente como cempasúchil de vara alta o de ramo, y Taegetes patula, conocida como Clemolito; los productores guardan su semilla año con año para poder comercializar estas dos especies nativas.
Mientras que las variedades mejoradas cultivadas son: Coco, Inca II y Marvel II; “esta última variedad es llamada erróneamente flor china o Marigold”.
Dichas variedades son el resultado del proceso de hibridación de la especie nativa Tagetes erecta; con el objetivo de mejorar las características comerciales, tales como, el color y tamaño de la flor y la altura de la planta, agregó.
Por lo anterior, los floricultores que producen estas variedades comerciales, compran año con año la semilla, de origen estadounidense, principalmente a empresas como: PanAmericanSeed.
Si bien, China es uno de los países que produce cempasúchil; su producción es destinada para la extracción de carotenos utilizados en la industria de los alimentos, agregó.
Las flores de cempasúchil y nochebuena son originarias de nuestro país, sus nombres en náhuatl, advierte la página oficial de la Secretaría de Cultura del gobierno de México, son “Cempohualxochitl” que significa: flor de 20 pétalos.
“En la época prehispánica, los mexicas asimilaban el color amarillo de esta flor con el sol, por ello, la utilizaban en los altares, ofrendas y entierros dedicados a sus muertos”.
Y de la nochebuena: cuetlaxóchitl que simbolizaba para los mexicas la pureza y la nueva vida que obtenían los guerreros muertos en batalla.