Tijuana, BC. La tensión en la estación del Instituto Nacional de Migración (INM) con sede en Tijuana, donde el pasado martes unos 300 venezolanos se amotinaron, ha ido disminuyendo en las últimas horas luego de que el gobierno mexicano proporcionó un camión a un grupo de más de 40 que quisieron volver al sur del país; trasladó al aeropuerto a otros tantos que consiguieron un boleto de avión para otras entidades y les ha permitido comunicarse con familiares y amigos.
De acuerdo con un video grabado por uno de los migrantes que estaba retenido en la estación de la Esmeralda, un grupo de 5 agentes del INM fueron “retenidos” por los migrantes amotinados. Alrededor de las 7 de la noche, los venezolanos deportados por Estados Unidos consiguieron abrir las celdas y se amotinaron en los pasillos, nunca amenazaron la integridad de los elementos pero los retuvieron a lo largo de más de 4 horas de negociaciones.
La revuelta, el pasado martes por la noche generó un fuerte dispositivo en el que participaron diversas corporaciones policicas, y aunque no hubo información oficial en su momento, un video grabado desde adentro muestra como el delegado de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, Raúl Ramírez Baena; el delegado del INM, Manuel Alfonso Marín y varios funcionarios negocian con los amotinados.
Si bien las instalaciones federales no son consideradas centros de detención, tienen áreas con rejas y de restricciones de movilidad, y se puede apreciar el intercambio de puntos de vista. Los venezolanos se quejan de que viajaron incluso meses para llegar a Estados Unidos y de repente, están en México sin comer, sin teléfonos y sin una salida a su situación.
La inconformidad de la ciudadanos venezolanos tuvo su origen no sólo en ser confinados en instalaciones diseñadas para 150 personas- ellos eran más de 300- sino que fueron sometidos a más de 16 horas sin alimentos, en su traslado de Texas a San Diego, para finalmente entregarlos al Instituto Nacional de Migración en Tijuana.
A la frustración de saber que Estados Unidos ya no les permitiría hacer vida en su territorio, a pesar de tener familia en ese país o disponer de dinero, se sumaba la incertidumbre y el que México los privara de libertad, a pesar de que la autoridad migratoria les insistía que no estaban detenidos, ni habían cometido delito alguno, sino que se trataba de una falta administrativa y su estatus era de "resguardo".
El video de 30 minutos que circula en redes sociales, muestra el diálogo entre los inconformes y la autoridad migratoria en la búsqueda de un acuerdo para liberar al personal mexicano de seguridad que concluyó la madrugada del miércoles cuando les permitieron hacer llamadas telefónicas en grupos de 10 en 10, y así pedir ayuda a familiares y amigos.
Según fuentes extraoficiales, en la estación de Tijuana quedan ya menos de 100 venezolanos, sin embargo se espera que sigan llegando en los próximos días, muchos de ellos desde Texas, por donde cruzaron a Estados Unidos.