Londres. La mayor subida de los precios de los alimentos desde 1980 hizo que la inflación británica volviera a ser de dos dígitos el mes pasado, igualando un máximo de 40 años alcanzado en julio, en un nuevo golpe para unos hogares enfrentados a una crisis del costo de la vida.
La Oficina Nacional de Estadística británica (ONS, por sus siglas en inglés) dijo que el índice de precios al consumo (IPC) de Reino Unido aumentó 10.1 por ciento en términos anuales en septiembre.
Un sondeo de Reuters entre economistas había apuntado a una lectura de 10 por ciento, tras un aumento de 9.9 por ciento en agosto.
Los precios de los alimentos y las bebidas no alcohólicas fueron el principal motor de la inflación en septiembre, ya que subieron 14.5 por ciento.
Aumento de precios impacta a mitad de los hogares
Según los resultados de una encuesta de Which? realizada a unas tres mil personas, ante el aumento de precios, la mitad de los hogares británicos ha reducido el número de comidas.
Mientras que una proporción similar dijo que es difícil comer sano en comparación con antes de la crisis, y opta por platos ya preparados para reducir el uso de gas o de electricidad.
El miércoles, la asociación británica de defensa de los consumidores advirtió que millones de hogares británicos corren el riesgo de entrar en situación de pobreza energética y por tanto de no poder calentarse este invierno, después de que el nuevo ministro de Finanzas, Jeremy Hunt, redujera considerablemente la duración del límite a las facturas energéticas.
Hunt anuló gran parte de las medidas presupuestarias anunciadas a finales de septiembre por su predecesor Kwasi Kwarteng, que combinaban ayudas masivas para las facturas energéticas de los hogares y para las empresas con recortes fiscales generalizados.
Inflación en la eurozona roza el 10%
Por su parte, la inflación anual en los 19 países de la zona euro escaló a 9.9 por ciento en septiembre, ocho décimas por encima de lo registrado en el mes anterior, según un informe de la Eurostat, la oficina de estadística de la Unión Europea.
El dato marca un nuevo récord histórico, aunque queda una décima por debajo de la primera estimación de 10 por ciento publicada por Eurostat.