París. La huelga que ha dejado sin combustible a casi un tercio de las gasolineras francesas no cesa, el jueves el gobierno ejecutó la requisa de personal en un segundo depósito y una refinería puso fin a su paro, pero en respuesta varios sindicatos convocaron a un paro generalizado el próximo martes para defender los derechos de los huelguistas.
Algunos de los principales sindicatos de los empleados de ferrocarriles, del metro de París y de funcionarios urgieron a secundar el paro.
El llamado a la huelga general también apunta al retraso de la jubilación de 62 a 65 años que quiere llevar a cabo en los próximos meses el presidente Emmanuel Macron. Su primer intento en 2019 y 2020 generó protestas masivas.
La iniciativa podría aumentar la tensión social en Francia, en un contexto de inflación y llamados a ahorrar energía por la guerra en Ucrania.
Aparentes reveses a la huelga
“El gobierno asume su responsabilidad” e “inició la requisa de personal para que se haga efectiva a las 14H00” en un depósito próximo a Dunkerque, dijo a la AFP una fuente de la oficina de la primera ministra, Élisabeth Borne.
El jueves por la mañana, una docena de policías se encontraban frente al depósito de TotalEnergies en Mardyck, donde una treintena de empleados, junto a banderas sindicales, protestaban en la entrada.
Mientras que la refinería de Esso-ExxonMobil en Fos-sur-Mer se descolgó de la huelga, confirmó el sindicato CGT.
Fue en una votación a media jornada que los empleados de Fos-sur-Mer decidieron “poner fin al movimiento”, dijo el delegado sindical Christophe Aubert.
Intervención gubernamental inédita
Aunque en un primer momento el gobierno liberal de Macron abogó por llamar al diálogo, las largas filas de espera ante las gasolineras de unos automovilistas desesperados y las críticas de la oposición lo obligaron finalmente a intervenir.
“Siempre se tiende a pasar la patata caliente al gobierno. [Pero] no podemos remplazar a todo el mundo”, declaró Macron el miércoles por la noche en entrevista con la cadena France 2, llamando a la “responsabilidad” a TotalEnergies y a la CGT.
Obligar a los huelguistas a trabajar es una medida excepcional. El principal precedente se remonta a 2010, cuando el gobierno del conservador Nicolas Sarkozy requisó trabajadores de refinerías en huelga contra una reforma de las pensiones.
Oferta salarial de TotalEnergies
El mismo jueves el ministro de Economía, Bruno Le Maire, llamó a TotalEnergies a “aumentar sus sueldos”, ya que el grupo logró más de 10 mil millones de dólares de beneficios en el primer semestre de 2022 en parte por el alza de los precios de la energía.
Minutos después, el gigante francés anunció en un comunicado enviado a la Afp una prima “excepcional” de un mes de sueldo a sus empleados en el mundo, que se sumará a un alza de los salarios de 6 por ciento para sus empleados en Francia en 2023.
La CGT reclama no obstante un aumento de 10 por ciento en 2022 -7 por ciento por la inflación y 3 por ciento por el reparto de ganancias-, pero la dirección de la empresa sólo está abierta a negociar el salario de 2023.