Mientras el presidente Vladimir Putin dio a entender este miércoles que Estados Unidos está detrás del sabotaje a los gasoductos Flujo del Norte 1 y 2, en el fondo del mar Báltico, el Servicio Federal de Seguridad (FSB, por sus siglas en ruso) informó que esclareció el “atentado terrorista” que dañó parte del puente de Crimea y responsabilizó a la dirección general de inteligencia del ejército de Ucrania, lo cual –desde el punto de vista del Kremlin– justifica los bombardeos masivos en más de quince regiones del vecino país eslavo.
“¿Quién está detrás de los sabotajes a los Flujos del Norte? Es evidente que se trata de quien intenta romper definitivamente los nexos de Rusia con la Unión Europea, (…) debilitar el potencial industrial europeo, apropiarse del mercado (energético). Y desde luego quien tiene la capacidad técnica para llevar a cabo ese tipo de explosiones y no es la primera vez que comete esa clase de sabotajes, siempre quedando impune”, afirmó Putin al participar en el foro Semana Energética Rusa.
“Sin duda –continuó– estamos ante un acto de terrorismo internacional que pretende afectar la seguridad energética de todo un continente con una lógica cínica: destruir, bloquear las fuentes de energía barata, dejar a millones de personas y a los consumidores industriales sin gas, calefacción, electricidad y otros recursos para obligarlos a comprar todo eso a precios muchos más elevados. Dejarlos sin otra opción”.
Y el mandatario de Rusia acusó: “Estados Unidos, por supuesto, ahora puede vender sus recursos energéticos a precios más elevados y puede imponer a los países europeos la compra de grandes cantidades de su gas licuado, aunque resulta más caro que el gas natural ruso por ductos”.
Putin indicó que no es tan difícil reparar los gasoductos, pero que Rusia sólo lo va a hacerlo si se restablece el suministro a sus clientes europeos, que nunca se ha iniciado en el Flujo del Norte 2 debido a las sanciones y suspendido, alegando problemas de mantenimiento de los equipos (los rusos) y una forma de chantaje (los europeos), casi por completo en el Flujo del Norte 1.
El titular del Kremlin ofreció, si se levantan las sanciones, mandar a Europa este invierno más gas por el Flujo del Norte 2, y también advirtió que Rusia no va a vender petróleo ni gas a los países que apoyen la iniciativa de fijar un precio máximo para esas materias primas rusas.
La versión del FSB
La dependencia sucesora del KGB soviético culpó al general Kyrylo Budanov, director general de inteligencia del ejército de Ucrania, de haber ordenado la “acción terrorista” que, organizada y ejecutada por sus empleados y agentes, dañó el sábado anterior el estratégico puente de Crimea, que une la región de Krasnodar con la península anexionada en 2014, y anunció la detención de ocho personas –cinco ciudadanos rusos y tres de Ucrania y Armenia– supuestamente involucradas, así como dijo haber identificado a otros doce que habrían participado.
Según el comunicado del FSB, “la investigación estableció que el camión que explotó llevaba una bomba escondida entre los pallets de rollos de película de polietileno para materiales de construcción con un peso total de 22 toneladas 700 kilogramos”.
La carga, asevera el FSB, enviada por la firma ucrania Translogistik UA salió a comienzos de agosto del puerto de Odesa al de Ruse, en Bulgaria, donde la recibió la empresa Baltex Capital SA. De Bulgaria los explosivos se enviaron al puerto de Poti, en Georgia, y de ahí por carretera a Armenia.
De la capital armenia, Yerevan, prosigue el FSB, la carga –entre el 29 de septiembre y el 3 de octubre pasados– se despachó a pedido de la empresa moscovita Líder en un camión con placas georgianas que cruzó la frontera con Rusia en el puesto de control de Verjny Lars. Y el 6 de octubre el camión llegado de Georgia descargó el pedido en la base logística de Armavir, en Krasnodar, y un días más tarde, se modificó la documentación de la carga y apareció como remitente la compañía TEK34, de Ulianovsk, y el destinatario una empresa inexistente en Simferopol, Crimea.
En el relato del FSB, el camión que manejaba Majir Yusubov debía entregar la carga en Crimea y a las 6:30 de la mañana del sábado 8 de octubre saltó por los aires en el puente.
“Un agente de la dirección general de inteligencia del ejército de Ucrania, que se presentaba como Iván Ivánovich, se encargó de controlar la carga en toda la ruta y para coordinarse usaba un número virtual, adquirido en Internet, y un celular registrado en la ciudad de Kremenchuk a nombre del ciudadano ucranio Serguei Andreichenko, nacido en 1988”, asegura el FSB.
“Esta investigación –afirmó este miércoles el vocero de la dirección general de inteligencia del ejército de Ucrania, Andriy Yusov– es un disparate. No vamos a comentar lo dicho por una estructura que sólo sirve al régimen de Putin”.
Agregó con ironía: “Sorprende que no hayan encontrado una tarjeta de presentación (de un agente ucranio) en el puente de Crimea”.
Por su parte, el viceministro primero de Finanzas de Georgia, Giorgi Kakauridze, negó este miércoles que la carga con explosivos que dañó el puente haya pasado por territorio georgiano.
“Puedo asegurar que ningún camión con explosivos ha cruzado la frontera de Georgia con destino a Rusia. Esas acusaciones (del FSB) son insostenibles”, enfatizó en un noticiario de la televisión georgiana.
Rusia dijo que detuvo a ocho personas en relación con la explosión en el puente clave que une a Rusia con Crimea, mientras tanto, hay informes de nuevas explosiones en las ciudades ucranias de Jersón, Zaporiyia y Nikopol. Vía Graphic News