Ciudad de México. México fue uno de los países que incrementaron temprano sus tasas de interés y como resultado ha estado por delante de la curva en términos de contener la inflación, dijo Tobias Adrian, director del Departamento de Mercados Monetarios y de Capital del Fondo Monetario Internacional (FMI).
Sin embargo, el economista consideró que tanto en el país como en las economías latinoamericanas, la tasa de interés no se encuentra demasiado ajustada, sino apenas en niveles apropiados para regresar la inflación a su objetivo, que en el caso de México es de 3 por ciento en un rango de 2 a 4 por ciento.
En un documento previamente presentado por el FMI sobre las Perspectivas de la Economía Mundial, se advierte que uno de los riesgos financieros para las economías vienen de la apreciación del dólar, el cual se encuentra en sus mejores niveles desde el inicio de siglo. México, por el momento, es de los pocos países que tienen estabilidad cambiaria, incluso su moneda se ha apreciado frente a la estadunidense.
A nivel internacional, “las condiciones financieras se han endurecido a medida que los bancos centrales continúan subiendo las tasas de interés. En medio del entorno global altamente incierto, los riesgos para la estabilidad financiera han aumentado sustancialmente”, inició Adrian, al presentar el Informe de Estabilidad Financiera Global del FMI.
Los principales problemas que enfrentan los sistemas financieros son la inflación en máximos de varias décadas, el deterioro continuo de las perspectivas económicas en muchas regiones y los riesgos geopolíticos persistentes; lo cual también se traduce en vulnerabilidades financieras elevadas para los gobiernos, dada la deuda creciente.
En ese sentido advierte que los gobiernos de economías emergentes deberían reducir el riesgo de deuda a través de un compromiso temprano con los acreedores, deben coordinar la restructuración preventiva para evitar impagos costosos y una pérdida prolongada de acceso al mercado.
Sin reservas, casi un tercio de bancos
Además de que los precios de los activos financieros han caído debido al endurecimiento de la política monetaria, el deterioro de las perspectivas económicas, el aumento de los temores de recesión, entre otros factores, los rendimientos de los bonos están aumentando, con costos de endeudamiento que, para muchos países y empresas, ya alcanzan los niveles más altos en al menos una década, explicó Adrian.
Otro riesgo es “el tambaleante sector inmobiliario”, en parte afectado por el incremento en el costo de las tasas hipotecarias, y que en muchos países implicaría una afectación también a los bancos y la macroeconomía, abundó el economista.
En ese contexto, el sector bancario global se ha visto reforzado por altos niveles de capital y amplias reservas de liquidez. “Sin embargo, la prueba de estrés de bancos globales del FMI advierte que estos colchones pueden no ser suficientes para algunos bancos”, reveló.
“En caso de que un fuerte endurecimiento de las condiciones financieras provoque una recesión mundial el próximo año en medio de una alta inflación, el 29 por ciento de los bancos de mercados emergentes (por activos) incumplirían los requisitos de capital”.