Washington. "No es Hollywood" sino la NASA: la agencia espacial estadunidense anunció este martes que logró desviar un asteroide de su trayectoria lanzando una nave del tamaño de una nevera contra su superficie, en una misión de prueba que permitirá a la humanidad aprender a protegerse de una eventual amenaza.
Una nave de la misión DART se estrelló deliberadamente el 26 de septiembre contra el asteroide Dimorphos, que es el satélite de un asteroide más grande llamado Didymos. De este modo, logró desplazarlo, reduciendo su órbita en 32 minutos, dijo el jefe de la agencia espacial, Bill Nelson, en rueda de prensa.
Este es "un momento decisivo para la defensa planetaria y un momento determinante para la humanidad", dijo.
Ya se habría "considerado un gran éxito si (la nave) solo hubiera reducido la órbita en unos 10 minutos. Pero en realidad la redujo en 32", añadió. Con esta misión "le demostramos al mundo que la NASA es seria como defensora de este planeta".
Dimorphos, situado a unos 11 millones de kilómetros de la Tierra en el momento del impacto, tiene unos 160 metros de diámetro y no representa ningún peligro para nuestro planeta.
Hasta ahora daba la vuelta alrededor de Didymos en 11 horas y 55 minutos, un período reducido a 11 horas y 23 minutos, precisó Nelson.
"Parece el guión de una película. Pero no es Hollywood (...). Esta misión demuestra que la NASA intenta estar preparada para cualquier cosa que el universo pueda enviarnos", dijo.
El objetivo es relativamente modesto en comparación con los escenarios de películas de ciencia ficción como Armageddon, pero se trata de una misión sin precedentes de "defensa planetaria", llamada Dart (dardo, en inglés), que prueba esta técnica por primera vez.
Permite que la NASA se entrene por si algún día un asteroide amenaza con estrellarse contra la Tierra.
Con forma de huevo
Para confirmar que la trayectoria del asteroide varió hubo que esperar a que los científicos analizaran los datos de los telescopios en la Tierra.
Poco después de la colisión, las primeras imágenes, tomadas por telescopios terrestres y el nanosatélite a bordo de la misión LICIACube, mostraron una gran nube de polvo alrededor de Dimorphos, que se extendía miles de kilómetros.
Después los telescopios James Webb y Hubble -los observatorios espaciales más potentes- revelaron detalles del impacto de la nave espacial de la NASA, dejando a la vista la materia arrancada del astro.
Todo esto debería permitir comprender mejor la composición de Dimorphos, un ejemplo de asteroides bastante frecuentes, y por lo tanto medir el efecto exacto que esta técnica, llamada impacto cinético, puede tener sobre ellos.
Las imágenes de Dimorphos, tomadas poco antes del impacto, muestran que su superficie es gris, rocosa y con forma de huevo.
Conocer estos detalles es importante en el caso de que la humanidad se viera obligada alguna vez a desviar un objeto que se acerca a la Tierra.
La nave viajó durante diez meses desde que despegó de California.
Se han catalogado casi 30.000 asteroides de todos los tamaños en las inmediaciones de la Tierra pero ninguno de ellos amenaza nuestro planeta durante los próximos 100 años, a no ser que no se tenga conocimiento de todos.
Casi todos los de un kilómetro o más han sido localizados, según los científicos. Pero estiman que solo conocen alrededor del 40% de los asteroides que miden 140 metros o más, aquellos capaces de devastar una región entera.