Austin. El distrito escolar de Uvalde suspendió el viernes de sus funciones a su fuerza policial, luego de una nueva ola de indignación por la contratación de una ex policía estatal de Texas que fue parte de la titubeante respuesta policial durante la masacre de mayo en la escuela primaria Robb.
Los líderes escolares también colocaron en licencia administrativa a dos miembros del departamento policial del distrito, uno de los cuales decidió entonces retirarse, de acuerdo con la declaración emitida por el distrito escolar.
El paso extraordinario de suspender las operaciones de la policía escolar —un mes después del inicio del semestre en la comunidad en el sur de Texas— resalta las presiones sostenidas que han ejercido las familias de algunos de los 19 niños y las dos docentes que murieron en la masacre del 24 de mayo en el distrito.
Brett Cross, cuyo hijo de 10 años Uziyah Garcia estaba entre las víctimas, ha estado protestando fuera el edificio de la administración escolar de Uvalde desde hace dos semanas, exigiendo rendición de cuentas por parte de los policías que permitieron que un hombre con un fusil estilo AR-15 permaneciera en un aula de cuarto grado durante más de 70 minutos.
”¡Lo logramos!”, tuiteó Cross.
El distrito escolar de Uvalde contaba con cinco agentes de policía del campus en el lugar del tiroteo, según un informe demoledor de los legisladores de Texas en el que se detallaron múltiples deficiencias en la respuesta. Un total de 400 agentes acudieron al lugar de los hechos, entre ellos elementos de la policía del distrito escolar, la policía de la ciudad, los agentes del sheriff del condado, la policía estatal y agentes de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos, entre otros.