St. Petersburg, Florida. El huracán Ian tocó tierra el miércoles en el suroeste de Florida cerca de Cayo Costa como un poderoso ciclón de categoría cuatro.
GALERÍA: Florida enfrenta la devastación tras el paso de 'Ian'
Unos 2.5 millones de personas habían recibido órdenes de evacuar el área antes de la llegada de la tormenta, la cual lleva vientos máximos sostenidos de 241 kilómetros por hora (150 mph).
La tormenta se desplazaba tierra adentro, donde se prevé que pierda fuerza, pero los residentes del área central de Florida pudieran sentir aún vientos con fuerza de huracán.
Antes de cruzar el Golfo de México rumbo a Florida, Ian azotó el oeste de Cuba el martes, donde causó la muerte de dos personas y provocó un apagón generalizado.
El centro de la enorme tormenta de categoría cuatro permaneció en alta mar durante horas, lo que probablemente significará más lluvia y daños. La marejada ciclónica podrían empujar de 3.6 a 5.5 metros (12 a 18 pies) de agua a lo largo de más de 400 kilómetros (250 millas) de costa, desde Bonita Beach hasta Englewood, advirtieron los meteorólogos.
“Este va a ser un día desagradable, dos días”, dijo el gobernador de Florida, Ron DeSantis.
En la costa de la isla de Sanibel, cerca de Fort Myers, el agua anegó las calles y a media mañana ya alcanzaba una altura de la mitad de los postes de los buzones. El mar retrocedió en la bahía de Tampa, dejando partes del fondo fangoso al descubierto.
“Esto va a empeorar muy rápidamente”, señaló DeSantis. “Así que, por favor, agárrense”.
Alimentado por las aguas cálidas del Golfo de México, Ian creció hasta convertirse en un huracán de categoría cuatro durante la noche, con vientos máximos de 250 kilómetros por hora (155 mph), en el umbral de la categoría cinco, la más peligrosa, según el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos.
El rápido fortalecimiento de Ian hizo que Tom Hawver, de Fort Myers, desistiera de su plan de capear el huracán en casa y se dirigiera al otro lado del estado, a Fort Lauderdale.
”Íbamos a quedarnos... y dijeron vientos de 155 mph”, comentó Hawver. “No tenemos un generador. Simplemente no veo nada bueno en sentarse allí en la oscuridad, en una casa caliente, viendo el agua entrar en tu casa.”