Copenhague. Los dos gasoductos Nord Stream entre Rusia y Alemania, fuera de servicio por la guerra en Ucrania, sufrieron repentinas fugas de gas en el mar Báltico, indicaron el martes autoridades suecas y danesas, lo que levantó sospechas de un sabotaje. Las noticias sobre las fugas de los gasoductos impulsaron los precios del petróleo, ante la posibilidad de que la crisis energética entre en una nueva fase.
Los gasoductos Nord Stream 1 y Nord Stream 2 que van de Rusia a Alemania por debajo del mar Báltico, se vieron afectados por fugas mayores, precedidas de explosiones, cerca de la isla danesa de Bornholm. Las gigantescas pérdidas fueron atribuidas por Dinamarca a “actos deliberados”.
Las tres grandes fugas identificadas desde el lunes cerca de la isla son visibles desde la superficie, pues causaron burbujas de hasta un kilómetro de diámetro, dijo el ejército danés en un comunicado acompañado por imágenes impresionantes.
“El parecer de las autoridades es que se trata de actos deliberados. No estamos hablando de un accidente”, declaró la primera ministra danesa, Mette Frederiksen, sin referirse a un sospechoso. El argumento es la profundidad de las aguas y también el hecho de que los agujeros por los que está escapando el gas son “demasiado grandes” como para deberse a un accidente.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, afirmó que “es primordial investigar los incidentes y aclarar los hechos (...) Cualquier interrupción deliberada de la infraestructura energética activa de Europa es inaceptable y tendrá la respuesta más fuerte posible”, afirmó en Twitter y dijo que conversó sobre el acto de sabotaje de Nord Stream con la gobernante danesa Frederiksen.
Objeto de tensiones geopolíticas en los últimos meses, estos dos gasoductos explotados por un consorcio dependiente del gigante ruso Gazprom no están operativos por la guerra de Ucrania, pero están llenos de gas.
El gobierno de Dinamarca calcula que las fugas en los ductos podrían durar al menos una semana, hasta que se agote el metano que está escapando de los conductos submarinos, indicó el ministro de Energía y Clima, Dan Jørgensen, que apuntó a unas “detonaciones” como la causa de lo ocurrido.
El gasoducto Nord Stream 2 fue el primero en sufrir desperfectos el lunes. El martes, estos afectaron también el trazado de Nord Stream 1, que trascurre casi en paralelo por el mar Báltico.
El Instituto Sismológico Sueco dijo haber registrado dos explosiones submarinas antes de que se descubrieran las tres fugas.
Rusia, que redujo las entregas de gas a Europa tras las sanciones impuestas por Occidente por la invasión de Ucrania, comentó que el incidente socava la seguridad energética del continente y no descarta “ninguna hipótesis”, incluido un sabotaje, indicó el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.
Ucrania dijo que las filtraciones registradas en los gasoductos fueron causadas por un “ataque terrorista” planificado por Moscú contra la Unión Europea, afirmó en Twitter el consejero presidencial ucraniano Mijailo Podoliak.
El secretario de Estado, Antony Blinken, dijo que Estados Unidos estaba analizando informes de que las fugas fueron “el resultado de un ataque o algún tipo de sabotaje”.
“Si se confirma, esto claramente no va en el interés de nadie”, afirmó. Aunque “por lo que tengo entendido, estas fugas no tendrán un impacto significativo en la resiliencia energética de Europa”.
Las autoridades alemanas no comentaron los hechos, pero según una fuente cercana al gobierno citada por el diario alemán Taggesspiegel “todo habla en contra de una coincidencia”.
Alemania, la mayor economía europea y el mayor dependiente del gas ruso, dijo que trabaja en más rutas de importación de gas de países europeos para compensar la falta de suministro de gasoductos rusos y que el gas está llegando en mayor cantidad desde Noruega, Bélgica, Holanda y Francia.