Ciudad de México. La puesta en escena 'Flores negras del destino nos apartan', es un vaivén emocional que muestra la compleja relación entre madre e hijo a través de los años.
La obra, basada en la novela Canción de tumba, de Julián Herbert, ganadora del premio Jaén, se presenta este viernes, sábado y domingo en el Teatro Orientación Luisa Josefina Hernández, del Centro Cultural del Bosque.
Protagonizada por Lorena Glinz y José Juan Sánchez, la historia presenta a Guadalupe, una antigua trabajadora sexual, quien lucha contra el cáncer en una cama de hospital, y a su hijo, un artista conflictuado, que emprende un viaje a través de la memoria.
En entrevista, el actor José Juan Sánchez expresó que la obra plantea “la fragilidad humana, a la par de unas ganas tremendas de vivir, y esto hace que te defiendas para no sucumbir ante la adversidad que es la vida.
“Es una historia que da cuenta no sólo de la fragilidad humana, sino del agarre que debemos tener para sobrevivir ante un contexto de mucha pobreza económica, cultural, afectuosa”.
En la versión de Flores negras del destino nos apartan, los personajes invitan al espectador a recorrer los matices de una relación que está marcada por el pasado.
“Los mexicanos -explicó José Juan Sánchez- tenemos un adn que compartimos y es ahí que hacemos ese viaje al pasado para ver cuál fue nuestro primer recuerdo, nuestro primer amor, el amor platónico si es que hubo.
“Finalmente la historia de Guadalupe es una historia de amor y nos damos cuenta de la condición ideológica del mexicano”.
La directora del montaje Belén Aguilar comentó que su trabajo ha sido como “una carta abierta y sin pudor al dolor que causa la reconciliación y el rompimiento con la mujer que nos enseñó a mirar el mundo”.
La obra Flores negras del destino nos apartan es presentada por la compañía El Mirador en el Teatro Orientación del CCB (avenida Paseo de la Reforma s/n y Campo Marte) este viernes a las 20 horas, el sábado a las 19 horas y el domingo a las 18 horas.