Ciudad de México. El negocio de compra y venta de tarimas en la vía pública en colonias contiguas a la zona industrial de Vallejo como Coltongo y Magdalena de la Salinas, generan inseguridad y ruido, además de la obstrucción de banquetas y el arroyo vehicular, lo que produce a su vez tráfico y han provocado accidentes.
En un recorrido convecinos y autoridades de la alcaldía Azcapotzalco se observaron columnas de tarimas de más de tres metros de altura que ocupan uno o dos carriles en vialidades como Norte 59, Poniente 122 calzada Coltongo,.
Guadalupe, vecina de Coltongo, muestra un video de ésta última vía en el que un motociclista choca de frente contra un mototaxi al esquivar a un grupo de personas, menores entre ellos, que debieron caminar por el arroyo vehicular al estar obstruida la banqueta.
Dijo que son más de 50 las personas que se dedican a ese negocio en la calzada y en ocasiones han reaccionado de manera violenta contra quienes se han organizado para denunciar el problema al grado de golpear a uno al estar haciendo tomas con su teléfono.
El director general de Gobierno de Azcapotzalco, Rafael Guarneros, admitió que la alcaldía no tiene la capacidad para resolver por si sola el problema pues además de no contar con el personal, vehículos y espacio suficiente para retirar las tarimas por obstruir el espacio público, la sanción tiene consecuencias al tratarse de una falta administrativa y “a las dos semanas ya los tendríamos otra vez aquí”.
Como estrategia, dijo que están documentando qué empresas generan dichos residuos y han registrado unas 40, entre ellas algunas que aparecen inclusive con certificación de “empresa socialmente responsable”, como Pisa Farmacéutica, pero el hecho de que las tarimas que utilizan para el movimiento de sus productos aparezcan en reventa en la vía pública significa que no verifican que las empresas que contratan para la disposición de sus desechos hacen un manejo adecuado.
Algunas otras empresa que están entre los sellos de las tarimas son HyLife Foods, Pfizer, Comensa, Rich’s, Lala y hasta Bimbo.
Uno de los vendedores de tarimas, quien dijo llamarse Paulo César Franco y ser vecino de la misma colonia Coltongo, dijo que compran las tarimas a “varias recicladoras que las sacan de las empresas y nos las venden a nosotros”.