Washington. La Reserva Federal (banco central) de Estados Unidos (Fed) elevó este miércoles su tasa de interés objetivo en tres cuartos de punto porcentual, a un rango de 3.00 y 3.25 por ciento. Se trata del tercer incremento consecutivo de esa magnitud, en una acción que busca contener la inflación en la mayor economía del mundo, que es la más elevada en cuatro décadas.
Las nuevas proyecciones sobre el comportamiento de la tasa de interés de referencia -a la que se financian personas y empresas- indican que avanzará hasta 4.40 por ciento para fines del año para alcanzar eventualmente un máximo de 4.60 por ciento en 2023.
La Fed también dio a conocer hoy que espera un crecimiento económico cercano a cero en 2022 (0.2 por ciento), frente a 1.7 por ciento previsto en junio, y de 1.2 por ciento en 2023, por debajo del potencial de producción.
Además, la entidad espera que la tasa de desempleo suba a 3.8 por ciento este año y se ubique en 4.4 por ciento en 2023. La inflación, por otro lado, regresará lentamente al objetivo de 2 por ciento de la Fed en 2025.
No se prevén recortes de tasas de interés hasta 2024.
La tasa de fondos federales proyectada para fines de este año indica aumentos del costo del crédito en otros 1.25 puntos porcentuales en las dos reuniones de política monetaria restantes de la Fed durante el 2022, un nivel que implica otro incremento de 75 puntos básicos a la vista.
"El comité está fuertemente comprometido con regresar la inflación a su objetivo de 2 por ciento", dijo en un comunicado el Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) en el anuncio de su tercer alza consecutiva de 75 puntos básicos, por arriba de los aumentos de un cuarto de punto porcentual típicos de los ciclos de ajuste monetario en Estados Unidos.
La Fed "anticipa que los actuales aumentos en el rango objetivo de la tasa de fondos federales serán apropiados", sostuvo el panel, reiterando la postura de su declaración anterior en julio.
La proyección actualizada apunta a una batalla prolongada de la Fed para sofocar la inflación más alta desde la década de 1980, y que posiblemente podría llevar a la economía al menos al borde de una recesión.