Ciudad de México. A tres años de la implementación del programa Sembrando Vida, el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) identificó varias “áreas de oportunidad” que requiere fortalecerse en el programa.
Entre ellas, advirtió de posibles desabastos de la procedería local en insumos y materiales, limitada participación del personal operativo en territorio en la definición de las metas productivas, falta de infraestructura para la concentración y distribución de los materiales que el Programa entrega en especie, y posibles cuellos de botella en los servicios bancarios para el cobro de los apoyos.
También, destacó que el programa cuenta con fortalezas relevantes en cuanto al diseño de comunidades de aprendizaje.
Al presentar la primera parte de su evaluación de Procesos correspondiente a dicho programa, el Coneval expuso que “algunos procesos del Programa Sembrando Vida tienen fortalezas que contribuyen a la gestión operativa del programa, por ejemplo, la integración de varias Comunidades de Aprendizaje Campesino (CAC) en células llamadas ‘Distrito CAC’, para compartir experiencias, dar soluciones a problemas locales, o decidir postergar el trasplante y dar mantenimiento a la planta que no llega al vivero comunitario con las características adecuadas para aumentar su sobrevivencia”.
A la vez, “se identificaron procesos con áreas de oportunidad que es necesario fortalecer para contribuir a una mejor implementación del programa”.
En el trabajo de campo, “se observaron posibles desabastos en la proveeduría local de los insumos y materiales, como bolsa de plástico que requieren los viveros comunitarios y las Biofábricas, por lo que se recomienda trabajar en una cartera de proveedores en el nivel regional”, así como programas las fechas de adquisiciones.
La dependencia observó que “algunas de las plantas que proporciona la Secretaría de la Defensa Nacional al Programa no cuentan con las características técnicas para ser llevadas a parcela, por lo que es necesario considerar las condiciones climáticas de las regiones receptoras de la misma, así como los periodos para su entrega, a fin de facilitar su trasplante y reducir la mortalidad de esta”.
De igual manera, dijo que hay una “falta de infraestructura para la concentración y distribución de los materiales que el Programa entrega en especie”. Alertó que ello puede traducirse en gastos para los técnicos y beneficiarios.
Asimismo, refirió que hay probables "cuellos de botella en los servicios bancarios para el cobro del apoyo económico en el Banco del Bienestar, relacionados con un número reducido de cajeros cercanos a la población beneficiaria, así como cajeros que no funcionan y saturación de las ventanillas”, y llamó a fortalecer los indicadores para el seguimiento del mismo
En el documento se indica que, considerando la evidencia generada en la Evaluación de Diseño con Trabajo de Campo que se desarrolló en 2019, y luego de dicho análisis, se logra contrastar los aspectos normativos, la operación cotidiana y sus elementos contextuales, con la finalidad de determinar si los procesos posibilitan su implementación y si son eficaces y eficientes en el logro de sus metas.
También, se analizaron las modificaciones en la gestión del programa como resultado de la pandemia por covid-19, y lo cual “limitó el avance del Programa de manera temporal”, así como su convergencia con los Programas Producción para el Bienestar y Precios de Garantía a Productos Alimentarios Básicos, sobre los cuales detalló que que puede haber cierto nivel de coincidencia en la población objetivo a la que están dirigidos los programas, por lo que se recomendó la posibilidad de desarrollar sinergias entre éstos.
De acuerdo al cierre de 2021, el programa atendió a 450 mil 99 beneficiarios en 21 estados donde se plantó más de 743 millones de árboles. Representa un avance del 62 por ciento de los mil 188 millones de árboles programados. Hasta dicho corte, la superficie reforestada era de un millón 89 mil 210 hectáreas.
El objetivo del programa, se explica, es apoyar a pequeños productores de municipios con rezago social que cuenten con 2.5 hectáreas sembradas, con 5 mil pesos mensuales, para sistemas de producción agroforestales, que implica la siembra de cultivos anuales y árboles maderables, así como milpa intercalada entre árboles frutales.
También contempla apoyos en especie, además de acompañamiento social y técnico para la implementación del programa y la producción agroforestal.