Fráncfort. La compañía de gas alemana Uniper anunció que está a punto de ser nacionalizada por el gobierno alemán, ante sus crecientes problemas para lidiar con los precios disparados del combustible desde el inicio de la invasión rusa a Ucrania.
Uniper se encuentra en la fase de “discusiones finales” del trato con el gobierno alemán y con su principal accionista, la compañía energética Fortum, propiedad de Finlandia, dijo el gigante del gas en un comunicado.
El gobierno también prevé inyectar 8 mil millones de euros en efectivo para apoyar a Uniper, el mayor importador de gas ruso de Alemania, que agotó sus reservas de efectivo al abastecerse de gas en el mercado al contado, después que Rusia cortara los flujos a Alemania, desencadenando un paquete de rescate con Berlín que se acordó en julio.
Uniper se ha visto muy afectado por la drástica reducción del suministro de gas ruso desde la guerra. Las entregas suspendidas han tenido que ser reemplazadas con costosos suministros del mercado libre, donde los precios del gas se han multiplicado.
En julio, el gobierno alemán lanzó un plan de rescate masivo para ayudar al grupo, con facilidades de crédito de 9 mil millones de euros (una cifra similar en dólares), y compró una participación de 30 por ciento en la empresa.
Fortum, accionista mayoritaria, confirmó que las discusiones sobre el acuerdo de rescate se encontraban en su “fase final” y que sería compensada por el apoyo a Uniper dado este año.
La compañía de propiedad finlandesa otorgó un préstamo de 8 mil millones de euros a Uniper en enero, en un momento en que el precio del gas ya había comenzado a subir en medio de las tensiones con Moscú antes de la invasión.
Fortum pasó a detentar entonces cerca de 80 por ciento de la gasista alemana, aunque con el rescate de Berlín en julio se redujo a 56 por ciento.
El ministro finlandés responsable de las compañías estatales dijo que su país “no aceptará la nacionalización sin compensación”.
El enfrentamiento de Europa con su principal proveedor de energía, Rusia, a causa de la guerra en Ucrania, ha afectado duramente al sector energético alemán. El gobierno ya ha tenido que poner a Gazprom Germania y a una filial de la petrolera rusa Rosneft bajo tutela, una nacionalización de facto.
La empresa más pequeña de Uniper, VNG, también importadora de gas ruso, tuvo que solicitar también ayuda estatal para mantenerse a flote.
La guerra de Rusia en Ucrania ha provocado un terremoto en los mercados energéticos europeos, aumentado la presión sobre los proveedores y aumentado los temores de una posible escasez durante el invierno.