Nueva York. El jefe del Programa Mundial de Alimentos de la Organización de Naciones Unidas (ONU) advirtió que el mundo enfrenta una emergencia global de magnitud sin precedente
, en la que 345 millones de personas se encaminan a la inanición y 70 millones se encuentran más cerca de padecer hambre debido a la guerra en Ucrania.
David Beasley, director ejecutivo del programa, dijo al Consejo de Seguridad que los 345 millones de personas que enfrentan inseguridad alimentaria aguda en los 82 países donde opera la agencia son 2.5 veces más el número de personas que estaban en situación similar antes de que llegara la pandemia de covid-19 en 2020.
Señaló que es preocupante que 70 millones de esas personas en 45 países estén sufriendo desnutrición muy aguda y tocando a la puerta del hambre
.
Lo que era una ola ahora es un tsunami de hambre
, advirtió, e hizo notar el aumento de los conflictos, las repercusiones económicas de la pandemia, el cambio climático, el alza en el precio de los combustibles y la guerra en Ucrania.
Desde que Rusia invadió a su vecino el 24 de febrero, el aumento en los precios de los alimentos, los combustibles y los fertilizantes ha acercado a 70 millones de personas a padecer hambre, insistió.
A pesar del acuerdo en julio que permitió el transporte marítimo de cereales ucranios desde tres puertos del mar Negro, que estuvieron bloqueados por Rusia, y los continuos intentos para conseguir la reanudación de los envíos de los fertilizantes rusos a los mercados globales, existe un riesgo real y peligroso de varias hambrunas este año
, explicó. Y en 2023, la actual crisis en los precios de los alimentos podría pasar a ser una crisis de disponibilidad de alimentos si no actuamos
.
Ante un déficit récord de 32 mil millones de dólares en la financiación de la ayuda humanitaria, la ONU está recurriendo a su fondo de emergencia para apoyar programas críticos en 11 países, entre ellos Birmania y Mali.
Necesidades superan apoyo
Los donantes han dado más dinero que nunca en 2022 para las crisis en todo el mundo, pero las necesidades también se han disparado debido a las inundaciones sin precedente en Pakistán y las advertencias de hambruna en Somalia, reconoció la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA).
Sabemos que son tiempos difíciles, sobre todo después del covid, en los que los presupuestos se han reducido y hemos visto las tendencias de recesión mundial
, sostuvo Jens Laerke, portavoz de la OCHA, en rueda de prensa en Ginebra. Sin embargo, las necesidades se están disparando. Están fuera de control
, apuntó.
Detalló que la OCHA ha gastado un récord de 250 millones de dólares del Fondo Central de Respuesta a Emergencias en lo que va del año. El fondo permite a la ONU responder rápidamente a nuevas crisis humanitarias o a emergencias sin tener que esperar a que se produzcan donaciones específicas.